La pandemia del nuevo coronavirus no solo ha dejado temor, muerte y crisis a su paso; también ha levantado solidaridad y el ingenio de los ciudadanos. En Norte de Santander han surgido varias iniciativas que buscan aliviar la emergencia sanitaria que representa la COVID-19.
Una de ellas la tiene un grupo de profesionales, quienes unieron ideas con el fin de crear un ventilador mecánico para pacientes con falla respiratoria.
Reducidos espacios de sus casas fueron convertidos en laboratorios y fue así como el 15 de marzo, cuando la emergencia en Colombia comenzaba, nació oficialmente Salvarting, una sociedad con la misión de creer soluciones mediante la tecnología para salvar vidas.
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En principio eran cinco integrantes, quienes desde el año pasado venían trabajando en otros proyectos. Ahora son 12 y dos empresas aliadas, todos aportaron desde sus campos del conocimiento para darle forma al ‘Arduino Ventilator’, un aparato de bajo costo y fácil replicación, que usa el material existente en Cúcuta.
Hay ingenieros de las ramas de Sistemas, Electrónica, Mecánica, Biomédica, un experto ambiental, un médico anestesiólogo y un tecnólogo en Mecatrónica; egresados de las Universidades Francisco de Paula Santander (UFPS), de Pamplona (Uniamplona), del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y de la Fundación Universitaria San Martín.
Cuando empezaron con el diseño no contaban con las herramientas adecuadas, recordó en entrevista con La Opinión Johan Jazer Orduz Molina, tecnólogo en Mecatrónica, quien señaló que tenía unos acrílicos en su vivienda, que le habían quedado de un trabajo de anterior, y con ellos construyó el primer modelo.
“El primero no funcionó, porque el motor no tenía la suficiente de potencia. El trabajo es continuo, no son cuatro horas, sino semanas de dedicación”, subrayó el joven, quien durante la cuarentena nacional ha sido parte de los encuentros virtuales del equipo de trabajo para perfeccionar el prototipo.
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¿Cómo está construido?
El ingeniero mecánico Juan Carlos Vergel señaló que el respirador tiene una estructura en acrílico, una base para el ambu (bolsa-autoinflable), que es el que en insufla oxígeno al paciente, y un brazo oscilante, el cual está montado en rodamientos y es movido por un motor de doble sentido de giro, que hace su carrera de compresión, insufla y retorna para el llenado.
“La función es así, sucesivamente, para tener un ritmo constante en el suministro de aire. Posteriormente lo haremos en acero inoxidable o aluminio. En este primer prototipo encontramos las cosas que debemos corregir. Dimos la opción de varias opciones en el brazo para variar las longitudes de carrera y poder cumplir con las 35 respiraciones por minuto que exigen como mínimo. La velocidad de las respiraciones va de acuerdo con el estado de salud del paciente y el mecanismo funciona de manera perfecta”.
El ingeniero electrónico Miguel Ángel Califa informó que desarrollaron un sistema de control electrónico, el cual posee un sensor final de carrera al inicio del recorrido; de esta manera el motor inicia buscando su origen y cuando él toca el sensor comienza a desarrollar su ciclo de respiración.
“Tenemos un circuito de electroválvulas, las cuales garantizan que el oxígeno no se desperdicie y permite bloquear el retorno del aire hacia el ambu. El ambu es un dispositivo de urgencia, diseñado para dar todo el soporte respiratorio durante el traslado de un paciente”, precisó.
Califa agregó que el mecanismo electrónico está diseñado de tal forma que permita variar la frecuencia respiratoria y los diferentes modos de control, que puede ser por presión o por volumen, que genere las alarmas cuando el sistema presente alguna falla y que mida las variables de salida, que en este caso puede ser presión o flujo.
De fácil instalación en el hogar
El médico anestesiólogo César Augusto Salazar, quien trabaja en la sala de cirugía y en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de adultos de la Clínica Medical Duarte, destacó la importancia de este tipo de equipos en una crisis como la que enfrentan los países por cuenta de esta pandemia.
“Desde hace un tiempo en la ciudad y el país se ha visto el déficit de ventiladores mecánicos. En el contexto de la pandemia, son equipos muy necesarios por el problema respiratorio que causa el virus. Este es el soporte para dar el manejo al paciente. La patología ha mostrado que los pacientes hacen falla respiratoria de manera muy rápida, el coronavirus es demasiado agresivo”.
El integrante de Salvarting recordó que el cifra de contagiados que se complican es del 5%, quienes son los que terminan requiriendo cuidados intensivos, llevando al colapso de las UCI, como ha ocurrido en diversos países.
“Este dispositivo está diseñado para que se pueda acoplar en cualquier sitio, no necesariamente en un esquema de una Unidad de Cuidados Intensivos, en donde logísticamente ahorita no hay tiempo de construir. Este equipo se puede instalar en una habitación, teniendo las fuentes de oxígeno”.
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Pruebas con un cerdo
Miguel Ángel Califa resaltó que están en busca de alianzas estratégicas para lograr el apoyo de empresas y universidades para el desarrollo del ‘Arduino Ventilator’, pues hasta ahora han trabajado con los medios que tienen a su alcance.
“Consideramos que teniendo todos los materiales requeridos y el lugar en donde podamos trabajar todos como equipo, el prototipo final estaría listo en un mes, que es un tiempo extenso para lo la crisis que representa la pandemia, pero es un tiempo récord para el desarrollo de un ventilador mecánico con las condiciones que debe cumplir y que hemos enumerado después de una reunión con el Invima”.
Califa sostuvo que los procedimientos y pruebas tampoco son sencillas, son extensos y necesitan de una documentación grande. Uno de los experimentos debe hacerse en un laboratorio, para certificar el volumen efectivo y la presión que entrega el invento.
Luego, debe probarse con un cerdo sedado. El animal debe permanecer cuatro horas conectado para medir las variables médicas y ver si está oxigenando correctamente. Un médico y un veterinario tendrán que emitir su concepto.
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Si hay luz verde, se construirán cuatro modelos más para probarlos en cinco personas, idealmente no COVID-19. Una vez aprobado el equipo se podrá publicar el trabajo, replicar el diseño y utilizarlo en las instalaciones hospitalarias.
Reflexiones que les deja la pandemia
Yersson Ramiro Carrillo Amado, licenciado en Biología y Química, otro de los integrantes del grupo, aprovechó para exaltar que Cúcuta tiene talento científico y la ciudad no se puede quedar rezagada en comparación con otros lugares del mundo. “Le hemos puesto muchas ganas para que este prototipo salga al mercado rápidamente”.
Miguel Ángel Califa expresó que, durante la crisis, el miedo que más enfrentan las personas es al desconcierto, a no ver un futuro claro. “Nosotros los ingenieros vemos en cada problema una oportunidad de crecer y esta vez la oportunidad de desarrollar un prototipo que va a salvar vidas. Esto nos llena de orgullo a todos… Nuestro propósito es desarrollar una idea y ponerla al servicio de la humanidad”.
Por su parte, Juan Carlos Vergel afirmó que “la naturaleza está de fiesta” con esta pandemia y que la misma ha mostrado la fragilidad de la humanidad. Manifestó que el hombre tiene que sentarse a evaluar lo que está haciendo, porque tiene un espíritu dañino. También siente miedo por la salud de él, la de sus hijos y demás familiares y amigos.
Máscaras protección
A la par de la creación del respirador ‘Arduino Ventilator’, Salvarting también se dedicó a otro proyecto: ‘Faceshield’. Se trata de un protector facial, que aísla ojos, nariz y boca de las partículas que pudiesen llegar al personal médico que trate al contagiado con COVID-19.
Consta de tres componentes: una base que se adhiere a la cabeza, usando un caucho; un acetato transparente que actúa como interfaz, es impermeable y lavable; y un soporte inferior, que mantiene la uniformidad del acetato.
Los ‘Faceshield’ son impresos en 3D, en material ABS. Cada máscara toma entre uno y dos días de desarrollo y fabricación, pero con el apoyo del sector empresarial del plástico se implementaría un procedimiento industrial para elevar la producción a más de 2.600 unidades semanales, que beneficiarán a los trabajadores de la salud.
Integrantes de Salvarting
- Miguel Ángel Califa
- Yersson Ramiro Carrillo.
- Brayam Steven Caicedo.
- Yeison Ferney Osorio.
- César Salazar Páez.
- Jorge Luis Ciendua.
- Carlos Mauricio Pallares.
- Juan Carlos Vergel.
- Johan Jazer Orduz.
- Alber Iván Sánchez.
- Juan Enrique Vargas.
- Pedro Jesús González.
- Empresas aliadas: Soluciones Biomédicas del Norte y CIMAPRIB (Centro de Investigación y Desarrollo de Nuevos Procesos y Materias Primas Biodegradables).
