Contra viento y marea y gracias a su bicicleta, su medio de transporte ante la deficiencia del servicio que ha generado la pandemia de COVID-19, se dirige desde Los Patios a cumplir sus labores en el Hospital Universitario Erasmo Meoz (Huez), en Cúcuta.
Gerson Mujica, de 30 años, trabaja desde hace cinco meses como auxiliar de enfermería en el Servicio de Hospitalización de Pediatría. Pero más allá de su loable función en el cuidado de sus pacientes, este joven regala parte de su tiempo libre a la lucha contra el coronavirus.
Desde hace más de un mes, en el Huem comenzaron a prepararse para enfrentar la emergencia sanitaria y una de las áreas en la que hay más movimiento de lo normal es el taller de costura, el cual ha sumado voluntarios, entre ellos Gerson Mujica.
“Ayudo a confeccionar batas, tapabocas, gorros, overoles, para mis compañeros del hospital, ya que cuento con conocimiento en el manejo de máquina plana y fileteadora. Este ha sido un gran apoyo que le he podido brindar al hospital”.
Destacó que su propósito es aportar ese granito de arena en la indumentaria adecuada que requieren médicos, enfermeras, enfermeros o enfermeras jefes, empleados de servicios generales y demás trabajadores de la salud.
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“Es una ayuda para su protección en la atención de contagiados, porque si nos enfermamos quién va a cuidar a los pacientes. Por eso estamos aquí y de esta manera podemos ayudar”, enfatizó Mujica.
Un poco pesaroso, por el escenario que dibuja el coronavirus, no solo en lo laboral, Mujica resaltó lo difícil que ha sido movilizarse hasta su lugar de trabajo y por ello usa la bicicleta, aunque le toca madrugar más de lo normal cuando tiene turno muy temprano.
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“A pesar de esa soledad, no deja de haber gente que se quiera adueñar de lo ajeno, es peligroso movilizarse, los taxistas están cobrando muy caro y busetas no hay. Quiero pedirle la colaboración al gobernador Silvano Serrano que nos facilite transporte a quienes vivimos lejos”, expresó.
Aunque no puede verla, su hija es su motor
Gerson Mujica tiene una hija que pronto cumplirá 6 años, a quien no ha podido compartir y abrazar desde que comenzó la pandemia, pero es quien lo motiva a enfrentar los retos que trae cada día.
La niña vive con su mamá, su pareja; por ahora se conforma con verla desde la puerta de la casa en donde vive y conversar con ella mediante videollamada, pues aseguró que la seguridad de la pequeña está primero.
“Da nostalgia esta situación, pero primero es la protección de ella. Lo que menos quiere un papá es que se enfermen los hijos. Por eso trato de tener todas las precauciones… Mariana –su hija- me dice que me extraña y me quiere. Yo le mando besos y abrazos. Ahí vamos, sobrellevando la situación hasta que pase”.
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Para Mujica, los hábitos de higiene son primordiales por eso recomendó a la ciudadanía el lavado continuo de manos, el uso de tapabocas y abstenerse de salir de casa, a menos de que sea estrictamente necesario, porque así “podemos contribuir con la salud de todos”.
Elizabeth Arango Amaya, encargada del área de costura del hospital de Cúcuta, precisó que antes de la crisis por la pandemia allí solo laboraban su compañera Graciela Soto y ella, pero ahora son hasta diez trabajadores, gracias al apoyo auxiliares de enfermería y de otras áreas.
En un día llegan a fabricar 100 overoles y 100 batas. Algunas empresas les han donado cierres y la tela quirúrgica.
