La diabetes es una enfermedad crónica, que se origina cuando el páncreas no produce insulina -hormona que regula el azúcar en la sangre- de forma suficiente  o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. Sigue siendo una condición que genera miles de decesos a nivel mundial. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tan sólo en el 2014 se estimaban 422 millones de personas diagnosticadas y se prevé que para el 2030, sea la séptima causa de muerte en el mundo.

Su propagación cada año se acelera, especialmente en países de ingresos medios y bajos. De hecho, se considera que a nivel global, la diabetes mata a 1 persona cada 8 segundos aunque en 2015, fue la causa directa de 1,6 millones de muertes.

Particularmente en Colombia, según el informe de noviembre de 2016 "Análisis de situación de salud" (Asis) del Ministerio de Salud y Protección Social, entre 2005 y 2014, la diabetes mellitus ocupó el segundo lugar de mortalidad en el grupo "demás causas" después de las enfermedades crónicas de las vías respiratorias.

Esta patología provocó el 14,58% (70.309) de las defunciones dentro del grupo, donde 30.242 fallecidos fueron hombres y 40.067 mujeres. 

Por otra parte, “Según el Observatorio Nacional de Salud, en 2010, la diabetes fue la quinta causa de mortalidad en la población general”, asegura Álvaro Márquez Restrepo, Médico Endocrinólogo de la Universidad Nacional de Colombia, quien explica que existen varios tipos de diabetes (ver infografía).

Diabetes de tipo 1

La diabetes de tipo 1 (también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia) se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.

Se desconoce aún la causa de este tipo de diabetes  y no se puede prevenir con el conocimiento actual.

Sus síntomas incluyen excreción excesiva de orina (poliuria), sed (polidipsia), hambre constante (polifagia), pérdida de peso, trastornos visuales y cansancio. Estos signos pueden aparecer de forma súbita.

Diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2 (también llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) se debe a una utilización ineficaz de la insulina.

Este tipo representa la mayoría de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física.

Los síntomas pueden ser similares a los de la diabetes de tipo 1, pero a menudo menos intensos. En consecuencia, la enfermedad puede diagnosticarse sólo cuando ya tiene varios años de evolución y han aparecido complicaciones.

Hasta hace poco, este tipo de diabetes solo se observaba en adultos, pero en la actualidad también se está manifestando en niños.

Diabetes gestacional:

Ocurre cuando se detectan altos niveles de azúcar en la sangre durante la gestación.

Según indican los expertos, este tipo de diabetes si no cuenta con un tratamiento adecuado puede poner en riesgo a la madre y el bebé, generando complicaciones que van desde el desarrollo de un parto prematuro, hipertensión arterial en la gestante, peso excesivo del bebé al nacer y otras condiciones negativas al momento del parto. 

Lo más importante, es que el paciente diagnosticado tenga un compromiso con el tratamiento, pues requiere de disciplina, seguir estrictamente las recomendaciones del médico, hacer actividad física semanal y alcanzar las metas de niveles de azúcar en la sangre establecidos por el paciente y su médico con base en la terapia farmacológica, explicó Márquez Restrepo.