Un torrencial aguacero con fuertes vientos que duró más de dos horas, causo daños en varias viviendas del área urbana y la periferia de Tibú.

El fenómeno natural se registró el fin de semana después varios días de intensa e insoportable calor que tenía con desespero a los habitantes.

A eso de las 5:00 de la tarde empezó un aguacero que con el paso del tiempo tomó fuerza hasta convertirse en vendaval.

El fuerte viento que acompañó la precipitación desprendió láminas de zinc, trasladó a otros sitios las tapas de los tanques aéreos para depositar agua, quebró vidrios en ventanas y ventanales y varios sectores quedaron sin fluido eléctrico.

Para el coordinador del Consejo Municipal para la Gestión de Riesgos y Desastres, Luis Almarza, esta es una situación que está caracterizada en el plan municipal de gestión de riesgo.

“Haciendo una evaluación encontramos que los daños están más representados en las cubiertas de las casas por tener una estructura rudimentaria hecha con cerchas de madera, materiales muy débiles y sin ninguna técnica sismo resistente. La mayoría de los afectados fueron ranchos construidos en tablas”, informó.

Entre tanto, el alcalde Gustavo León Becerra, dijo que se está haciendo un consolidado con evidencias gráficas para poder solicitar recursos al comité departamental de gestión y riesgo.

“Esta es una situación fortuita e inesperada que deja en una situación bastante critica a varias familias del municipio”, expresó.   

Con fuentes de los organismos de socorro se conoció que durante y después de la ventisca no hubo lesionados.