Luego de que la Policía Antinarcóticos y el Ministerio de Defensa anunciaran que se debe continuar con la erradicación forzosa de la coca, los líderes de Catatumbo confirmaron que está firme su voluntad de sustituir los cultivos y dialogar para resolver esta dificultad.

Sin salir aún de su sorpresa, Juan Carlos Quintero, líder de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), expresó que “se agotarán todos los mecanismos de resolución de conflictos y de diálogo, porque el país está en un nuevo momento”.

Pese a ello, no se descarta un paro, razón por la cual el vocero conminó a los gremios, como palmicultores y productores de carbón, para que “se unan, porque con semejante crisis, cualquier movilización los va a afectar”.

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Agregó que los campesinos son conscientes de que la economía de la que subsisten no es lícita, pero deben defenderla.

“Ante la amenaza de erradicación se convocó al comando de paro del Catatumbo, escenario conformado desde hace más de un año con 140 dirigentes, que definirán si se concreta la movilización”, dijo. 

Reiteró además que solo cuando los campesinos no quieran sustituir se aplica la opción de la erradicación, pero esto no debería ocurrir en la región, debido a que el sábado 9 de septiembre se firmó un acuerdo “histórico”, con la participación de todos los sectores de Tibú, es decir, asociaciones de juntas comunales y otras organizaciones sociales, sin distinción alguna.

En total, los líderes representaron a unas 15 mil personas que esperan que el Gobierno Nacional cumpla el acuerdo de La Habana y, lo más importante, que les ayude a salir de la ilegalidad, sin violencia.

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Al respecto, Óner Galván, líder de Asojuntas del corregimiento La Gabarra, señaló la importancia de que el gobierno no erradique a la fuerza, “porque el campesino está de acuerdo con salir voluntariamente”.

“Aquí hay mucha gente que está de acuerdo pero otros aún dudan, porque hay mucha desconfianza que se generó desde ocasiones anteriores”, afirmó.

“Si el gobierno no cumple, entonces que piensen qué va a hacer el campesino nuevamente”, dijo y enfatizó en la urgencia de resolver el problema de tierras, porque “el campesino sin tierra está condenado a morir en la miseria”.

Gobierno busca salida

El secretario departamental de Gobierno, Édgar Pallares, aseveró que esta semana se realizará una reunión con la coordinación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis), “para abordar el problema y dar una salida, sin el caos que se puede desatar”.

El funcionario agregó que solo el Pnis podría “desempantanar” la tensa situación y solicitó al Gobierno Nacional “medidas condescendientes y oportunas para la región”.

Recordó, además, que durante la firma del acuerdo de sustitución en Tibú fue evidente la desconfianza que aún pervive en el campesinado.

Además, señaló que aún hay trabajo por hacer con las asociaciones de juntas para fortalecer su representatividad y enfatizó en que en el espacio de acuerdo “todos son protagonistas”.