Tras una evaluación minuciosa de las cifras del tránsito migratorio y el seguimiento que se hace desde el Puesto de Mando Unificado, el gobernador William Villamizar aseguró que si bien hay un flujo migratorio considerable, no se puede hablar de un éxodo masivo.

“El flujo que se ha dado en estos días, según el seguimiento, permite concluir que así como ingresan miles de personas, también sale un número similar”, declaró el mandatario. “Eso quiere decir que no hay un éxodo masivo hacia esta región, sino que están yendo y viniendo”.

Villamizar agregó que espera que la situación se mantenga en condiciones similares para que no existan complicaciones, “pero estamos atentos con informes y seguimientos permanentes a lo que se pueda presentar”.

Atención organizada

Una vez más, el gobernador exaltó la generosidad de quienes entregan alimentos a los migrantes, pero insistió en que estos sean canalizados con el banco de alimentos de la Diócesis católica de Cúcuta, entidad que tiene la capacidad logística para atender, las condiciones de salubridad necesarias y el control para dar las ayudas a quienes verdaderamente las necesitan. 

“El mensaje es que no lleven la comida a los parques, porque está llegando gente que ni siquiera es venezolana”, afirmó, con el ánimo de evitar el fomento de “la indisciplina en estos lugares”.

De otro lado se conoció que durante las entregas de alimentos algunas redes de proxenetismo aprovechan las filas para ‘cazar’ a quienes, por necesidad, buscan ayuda.

Debido a estas situaciones, los organismos de gestión del riesgo preparan la entrega de volantes para indicar a los benefactores adónde ir con los alimentos.

También se prevé la ejecución de mecanismos de revisión de antecedentes y filtros básicos, para mejorar el control y la seguridad ciudadana, a la vez que se brinda el apoyo humanitario en mejores condiciones de calidad e inocuidad de los alimentos.

Tenga en cuenta

Las entidades del orden nacional que atienden a los migrantes, les recomiendan acudir únicamente a las instituciones autorizadas, tales como Cancillería, Migración Colombia, y el Centro de Migraciones, para evitar ser estafados, o caer en redes de trata de personas.

Los interesados en otorgar alimentos a los migrantes pueden entregarlos ya preparados, pero primero deben dialogar con la Diócesis católica para que se efectúe un control de calidad de los mismos, con miras a evitar cualquier crisis de salud pública.

Esta semana, la Diócesis reportó un total de 19.729 almuerzos entregados a través de las denominadas Ollas Comunitarias, dirigidas a personas que viven en situaciones críticas de pobreza, desplazadas por la violencia, desempleados, niños, adultos mayores y migrantes que provienen de Venezuela.