Una banda que se hace llamar ‘los Venecos’, integrada por 25 o 30 personas, es la que está en este sector.
Una banda que se hace llamar ‘los Venecos’, integrada por 25 o 30 personas, es la que está en este sector.
Son las 8 de la mañana y por el cuadrante de las avenidas 6, 7 y 8 entre calles 2, 3, 4 y 5, que hace parte del barrio El Callejón de Cúcuta, el ajetreo diario inicia. Bares, cervecerías, peluquerías, ferreterías, ventas de pinturas y láminas, supermercados, parqueaderos, servitecas, mueblerías, entre otros tantos locales que están por esa zona, abren sus puertas y poco a poco los clientes empiezan a llegar.
Hasta los vendedores ambulantes, que ya son conocidos en el lugar, también empiezan a aparecer, ocupando el espacio público que ellos mismos se han asignado a las buenas o a las malas. A medida que el día avanza, el estrés se hace cada más fuerte y las cuadras se llenan, no solo de peatones y vehículos, sino también de habitantes de la calle y drogadictos.
En medio del bullicio que causa ese ajetreo, suenan rancheras, vallenatos y hasta corridos prohibidos que salen de cada uno de los bares, cervecerías o billares de la zona. El ruido cada vez es más fuerte. En las puertas de algunos de estos establecimientos se observan varias mujeres que allí trabajan. Con sus vestidos diminutos o minifaldas y blusas escotadas, que no dejan nada a la imaginación, ellas se ofertan a los hombres que van pasando: “Hola papi, ¿me buscabas? ¿quieres divertirte un rato?”. En fin, son muchas las propuestas indecentes que se alcanzan a oír durante todo el día y de las que resultan más beneficiadas las residencias de la zona, pues sus habitaciones son ocupadas por muchas de ellas y sus clientes.
En medio de todo ese desorden, los policías que son enviados para custodiar la zona y evitar que algo grave suceda, se pierden. Con tanto relajo hasta el CAI móvil que la Policía Metropolitana (Mecuc) tiene en la esquina de la calle 3 con avenida 7 no se ve. Así van pasando las horas y el día transcurre entre ese ir y venir de personas, vehículos, comerciantes y trabajadoras sexuales. Cuando llegan las 6 de la tarde, el trajín del sector comienza a bajar en algunas calles. Pero por la avenida 7, en un tramo de cuatro calles, la rumba sube y la música no deja de sonar. Al ritmo de las canciones, los clientes llegan y se van de los bares, cervecerías y billares del lugar. Las ventas ambulantes de comidas también se incrementan y hasta los taxistas se toman la vía principal. Todos buscan los clientes hasta la madrugada.
Alto riesgo
Pero en medio de todo eso, que pareciera normal en la capital nortesantandereana, se da una situación de riesgo, no solo para quienes se movilizan por allí, sino para los comerciantes y sus empleados. En El Callejón han asesinado este año a 17 personas y se han cometido muchos atracos, algunos conocidos por las autoridades judiciales y otros no. La venta de alucinógenos también está ‘a la carta’, descaradamente se puede observar a los jíbaros entregándoles las dosis a quienes acuden a ellos. Los expendedores ocultan sus rostros con gorras y pese a que intentan hacerse poco visibles, no lo logran, algunos se paran en las esquinas, otros caminan tranquilamente y pasan hasta por el lado de los policías.
Pero ¿quién o quiénes están detrás de todo esos homicidios, hurtos y el microtráfico? Las autoridades judiciales aunque no lo quieren hablar abiertamente, tienen varios procesos donde han identificado algunas personas que pertenecerían a una banda que han llamado ‘los Venecos’ y que estaría conformada por entre 25 y 30 personas, “casi todas oriundas de Venezuela. Estos sujetos pasaron la frontera y se quedaron para delinquir. Ellos están siendo apadrinados por el Clan del Golfo”, aseguró una fuente cercana a las investigaciones.
Entre esos delincuentes están alias ‘Gomelo’, ‘Costeño’, ‘Rolo’, ‘Valentina’, ‘Care Muerte’ y ‘Veneco’, este último ya fue capturado por la Policía Metropolitana por un homicidio cometido cerca a la Terminal de Transportes. “Sabemos que muchos de estos bandidos se esconden en algunas residencias de la zona, por eso estamos haciendo un trabajo detallado para vincular a todos esos cómplices que tienen”, señaló la fuente judicial.
La Opinión conoció que los investigadores judiciales tienen en sus manos varios videos donde quedaron registrados muchos de los asesinatos y atracos, hasta con heridos a bala y cuchillo. “Todas esas imágenes están siendo analizadas y aportadas a las indagaciones, pues nos sirven de material probatorio para cuando los capturemos”, indicó la fuente.
A esto también se suma que la Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) están haciendo un trabajo sigiloso por todo El Callejón. El coronel Cristian Escobar Gutiérrez, comandante operativo de la Mecuc, aseguró que diariamente sus hombres de vigilancia también capturan expendedores y delincuentes. Precisamente, una reciente detención fue la de una mujer que estaba en un bar escondiendo un revólver, esto les dejó ver a los investigadores que la banda tiene varias jóvenes para transportar armas. “Eso lo hacen porque saben que así es más fácil burlar las acciones policiales”, manifestó el oficial.
Guerra del microtráfico
El coronel Escobar aseguró que la lucha de territorio entre bandas dedicadas a la venta al menudeo de drogas es muy grande en la ciudad y lo ocurrido en El Callejón es una clara muestra de eso. “La pelea territorial de bandas, que son la disidencia de los Rastrojos y el Clan del Golfo, como también las estructuras reales de estas dos bandas criminales o dos o tres bandas de delincuentes que se unieron a esa lucha de zonas, es lo que más afecta a Cúcuta”, sostuvo el mando policial.
El uniformado explicó que por naturaleza los sitios donde existen bares “traen problemas de microtráfico. También se han incrementado los homicidios por intolerancia, pues las personas están bajo los efectos del alcohol y empiezan las riñas, por eso vemos tantos crímenes con arma blanca (cuchillo). Una banda delincuencial o criminal mata con armas de fuego o simplemente lanza una granada, como se está viendo ahora mismo en la ciudad. Tampoco hay que desconocer que el consumo de estupefacientes provoca riñas”.
El oficial afirmó que para controlar esas problemáticas es necesario que se unan otras autoridades como la Alcaldía, la Gobernación, el Instituto Colombiana de Bienestar Familiar (Icbf) y Migración Colombia. “Esto no puede ser solo tarea de la Policía. Lo que vemos es que en esta zona se han incrementado los asesinatos porque la gente que llega allí son venezolanos. Diariamente por la frontera están pasando 50 mil personas y se devuelven 40 mil, lo que nos indica que 10 mil de esos extranjeros se quedan acá a diario, pero ¿qué se quedan haciendo? Es gente que se viene a rebuscar y por eso aumentan los hurtos, también llegan más mujeres a ejercer la prostitución. Entonces, ese problema social ha agrandado los índices de delincuencia en ese sector”, dijo.
Sin embargo, el coronel Yecid Arango Sierra, comandante de la Mecuc, señaló que gran parte de las muertes que se han dado en El Callejón es por el microtráfico. “Los ataques suceden porque los consumidores le compran a expendedores de otro bando. Esa es la tendencia de la situación que se presenta allí. Ante eso, estamos generando unos trabajos porque nos va a llegar una comisión de Bogotá y hemos visto que donde tenemos el control del espacio público la delincuencia baja. Por eso vengo pidiéndole al Alcalde que nos ayude para movernos hacia ese sector de la séptima (avenida) y no hemos podido hacerlo porque la administración local no ha cumplido con los compromisos que tenía. Una clara muestra es que por la avenida 6 se mejoró el tema delincuencial en un 60 por ciento, porque mantenemos esos operativos. Sin contar con esas normas administrativas es muy difícil hacer algo”, manifestó.
La Policía Metropolitana de Cúcuta está esperando la llegada de un grupo de uniformados que apoyará la seguridad de la ciudad, pero, según fuentes oficiales, estos hombres no han podido ser enviados porque no tienen una infraestructura para alojarlos y brindarles todas las comodidades y la alimentación diaria.
Buscando estrategias
A estas afirmaciones de la Policía Metropolitana se le suman las de Mauricio Franco Trujillo, secretario de Seguridad Ciudadana, quien ve con preocupación que la situación de inseguridad en la ciudad tiende a empeorar. “La problemática de El Callejón es la misma que se da en toda la ciudad y está lejos de mejorar por el tema del empleo. No tenemos oportunidades de trabajo para la gente que esta acá y que va llegando. El círculo se cierra cada vez más. Ahora con el ingreso de tantos venezolanos se está desplazando la mano de obra local, porque están contratando al 50 por ciento de lo que pagan y sin prestaciones sociales, esta gente se arriesga por la necesidad con la que llega”, manifestó.
El funcionario municipal es consciente de que Migración Colombia no cuenta con un personal suficiente para ejercer control total en la frontera y en la ciudad y por eso es que hoy vemos tantos venezolanos trabajando en la capital de Norte de Santander y municipios aledaños. “La labor de vigilancia y control de los inmigrantes es de ellos, porque no podemos poner a la Policía a ejercer esa función”.
El comandante operativo de la Mecuc también coincidió con lo afirmado por Franco. “Nosotros necesitamos mucho del apoyo de Migración Colombia porque son ellos los que de verdad pueden ir a ver quién está legalmente en el país y quién no. Hasta que no tengamos en la frontera un control real del ingreso y salida de personas, esto no va cambiar. Acá los que más nos desgastamos somos los policías porque debemos estar en los tres pasos legales, donde siempre hay ríos de personas. Todo eso nos afecta la seguridad de la ciudad. Un ejemplo claro es que en Venezuela no hay repuestos de vehículos, por eso vienen roban automotores y luego los desguazan para pasarlos hacia allá”.
Más estaciones
El secretario de Seguridad Ciudadana enfatizó en que la infraestructura policial en Cúcuta es precaria. “Eso acá no es lo mejor. Si queremos hablar de estaciones de Policía podemos hacerlo nombrando el comando de San Mateo y el de Atalaya, pero no podemos hablar de una infraestructura seria en Belén, La Libertad, la comuna 6. Necesitamos rápidamente la construcción de unas estaciones para poder tener un aumento de pie de fuerza contundente y generar mayor seguridad, porque cada vez que nos mandan policías para reforzar la seguridad, a la Alcaldía le toca buscar recursos para pagar alojamiento y alimentación”, señaló el jefe de ese despacho.
La administración municipal también está buscando la recategorización de la Policía Metropolitana para tener más hombres y mejores recursos. “Nosotros le hemos aclarado al Ministro de Defensa que no nos compare con Ibagué, Pereira o Manizales, podemos ser ciudades similares en habitantes, pero ellas no tienen la problemática de frontera que nosotros tenemos. Acá llegan 400 mil visitantes semanalmente, de los cuales unos vienen a comprar, otros vienen a visitar a su familia y otros que se quedan delinquiendo”, recalcó Mauricio Franco. Tanto la Alcaldía como la Gobernación vienen solicitando un consejo de seguridad con el Gobierno para pedir más apoyo y estrategias.
Las autoridades también están preocupadas por el aumento de habitantes de calle, que por ese sector permanecen a toda hora. “Lo peor de todo es que no podemos atacar directamente esa situación porque no tenemos a dónde llevarlos, nos hace falta un sitio para tenerlos a ellos. En una oportunidad se intentó ubicar una casa para estas personas en esa zona y la misma comunidad no lo permitió”, indicó el funcionario.
‘La seguridad de Cúcuta se ha deteriorado’
Wilfredo Cañizares aseguró que en los análisis de seguridad que han hecho desde la Fundación Progresar, organización que él dirige, se muestra un deterioro total de este tema, por eso viene haciéndole un llamado serio al Gobierno para que ponga los ojos sobre Cúcuta.
“Esta problemática está relacionada con tres cosas: primero al incremento de los cultivos de coca en el Catatumbo, porque eso tiene un impacto directo en la ciudad, pues eso trae un aumento de bandas que se disputan los territorios por ese negocio, además, recuerde que acá es un puerto de entrada y salida del alcaloide”.
Lo segundo, es “la decisión del Eln de mostrarle los dientes al Gobierno para llegar con fuerza a la mesa de negociación, llevando a un crecimiento sus acciones armadas”.
Y tercero, “podemos ver una mezcla que persiste en la frontera y se está fortaleciendo alrededor de las mafias del contrabando y del microtráfico. Entonces, todo eso lleva a que se den las disputas dejando muertos, extorsiones, secuestros y desaparecidos. No es cierto que la criminalidad haya bajado, antes ha aumentado y las autoridades no lo quieren mostrar”.
Cañizares afirmó que en el observatorio que han llevado a cabo se demostró que este semestre ha sido el más violento en los últimos cinco años en Cúcuta y el área metropolitana. “Lo que vemos es que la estrategia que viene utilizando la Policía y el resto de autoridades para atacar este fenómeno no tiene en cuenta nuestra características como zona de frontera. Esa estrategia es la misma que usan en Cali, Bogotá u otra ciudad del interior del país, lo que no está acorde para acá, donde debemos tener algo propio, porque tenemos grupos guerrilleros o bandas que no hay en ningún otro lado, además, la corrupción que hay en la Policía es la más descarada y es lo que más daño le está haciendo” a la ciudad, señaló.
Los horarios de cierre podrían cambiar
La Opinión conoció que ante estas situaciones de inseguridad, la Mecuc ha solicitado en repetidas oportunidades limitar los horarios de apertura y cierre de los negocios de rumba y venta de licor en El Callejón, pero hasta el momento el alcalde César Omar Rojas Ayala no ha acatado la sugerencia. “Estamos programando unos planes de seguridad para ese sector, pero lo que sucede es que el personal que tenemos en este momento no nos alcanza. El control de los pasos ilegales en la frontera y los operativos de control al espacio público nos consume mucho personal”, señaló el coronel Escobar. Sin embargo, por ese cuadrante donde se vienen presentando los crímenes y hurtos la Policía tiene 25 hombres, pero no han podido ponerle freno a esta problemática.
Óscar Gerardino Astier, secretario de Gobierno, confirmó que en la administración se está haciendo un estudio para ver cómo cambian las horas de cierre de los establecimientos que están en El Callejón. “El Alcalde ya tiene conocimiento de todo lo que sucede por esa zona, pero no ha querido cambiar los horarios porque sabe que se afecta más la economía de la ciudad, por eso le apuesta más a una estrategia de seguridad contundente. Nosotros visitamos a cada rato esos negocios y verificamos la documentación, además, funcionarios de la secretaría de Salud nos acompañan en esos procedimientos y se han cerrado algunos locales por algunas faltas, aunque ya estamos analizando esos horarios”, manifestó.
Sobre los operativos de espacio público en la zona, Gerardino sostuvo que están parados por falta de recursos, pero esperan que en los próximos días se reactiven para tener más mano dura y control. Agregó que “ya tenemos en proceso a seis establecimientos públicos para cierre. Nos hemos reunido con los comerciantes para hablar sobre toda esa problemática y se ha llegado a unos acuerdos”. Sin embargo, se conoció que nada de lo hablado se ha cumplido, pues los propietarios de los negocios se comprometieron a poner cámaras y no permitir las ventas de alucinógenos en sus alrededores y nada de eso se ha hecho.
Pero, según algunos comerciantes, ellos no pueden hacer mucho porque las bandas que delinquen por la zona los tienen amenazados. Algunos de los propietarios y empleados de ese sector prefieren no hablar sobre el tema y si lo hacen, cuentan a medias y en voz baja, pues saben que podrían llegar a ser víctimas de los integrantes de esas bandas criminales y delincuenciales.
Mauricio Franco, secretario de Seguridad Ciudadana, añadió que “para los sitios que nos están generando problemas, se están revisando los horarios de cierre. Pero primero debemos revisar detalladamente los días, las horas y los lugares donde se están presentando los homicidios, si se llega a ver que esos establecimientos están involucrados, la hora de cierre se les cambiaría”.
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