Algunos cambios anormales en el cuerpo como sequedad en la boca, dilatación de la pupila, visión borrosa, taticardia, piel roja, fastidio a la luz, agresividad, retención urinaria, convulsiones, entre otras, pueden indicar un posible ataque de burundanga o escopolamina.

Acto seguido al contacto con esta sustancia, las víctimas se convierten en blancos fáciles para un robo o una agresión sexual, que en ocasiones, pueden terminar hasta en homicidios.

Los quince minutos siguientes a ser drogado con escopolamina son el alcance máximo del efecto de esta sustancia, que con una dosis excesiva puede ser mortal. Sin embargo, en un tiempo aproximado de dos horas la sustancia puede ser eliminada del cuerpo.

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Hasta seis horas tienen los médicos para detectar que una persona fue drogada con escopolamina. Sin embargo, la combinación de esta sustancia, proveniente de las semillas de la planta conocida como Borrachero y su fruto, el Cacao Sabanero, con licor u otros alcaloides complican su diagnóstico.

Casos recientes

Cúcuta fue el escenario donde se registraron dos presuntos casos de ataques con burundanga o escopolamina, recientemente, que causaron alerta en las autoridades.

Uno de ellos fue el del diputado venezolano Freddy Francisco Superlano Salinas y su primo y asistente Carlos José Salinas, quien murió, al parecer, drogado con escopolamina.

El hecho se registró en la mañana del sábado 23 de febrero, luego de que se extendiera una noche de rumba después del concierto en el puente internacional Tiendas denominado Aid Live Venezuela.

Superlano y su primo fueron hallados por uniformados de la Policía Metropolitana de Cúcuta, en un motel ubicado en la autopista internacional que comunica a Villa del Rosario con San Antonio (Venezuela), tras ser drogas presuntamente por dos mujeres que los acompañaban.

El congresista del partido opositor en el vecino país Voluntad Popular y su primo fueron trasladados al hospital de Villa del Rosario, donde Carlos José, de 34 años, murió. Entre tanto, Superlano recibió atención médica en una clínica y posteriormente se recuperó.

Superlano manifestó que mientras estaban en un reconocido restaurante, una mujer se les acercó con una botella de agua y una caja y desde ese momento perdió la memoria de lo que ocurrió en las posteriores horas.

Otro hecho que se conoció esta semana en la capital de Norte de Santander, fue el ataque con escopolamina de una mujer a una niña de 14 años, mamá de un bebé de 6 meses de nacido, para secuestrar al menor y trasladarlo a Bogotá.

Sin embargo, en una reacción oportuna de la Policía, el bebé fue recuperado en la capital del país, mientras la mamá del menor era atendida en una clínica.

Secuelas en el aprendizaje

La toxicóloga Olga Lucía Melo, coordinadora de Toxicología del Hospital Infantil Universitario de San José y de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (Fucs) en Bogotá, resaltó que una dosis de 100 miligramos de escopolamina puede ser letal para una persona.

“La escopolamina produce que las personas queden indefensas, sufran de amnesia (pérdida de la memoria) y con secuelas como trastornos en el aprendizaje y un dolor de cabeza que se extiende durante una semana”, dijo Melo.

La dosis normal varía entre 0.3 y 0.6 miligramos, por lo que para que se convierta en mortal debe ascender a 100 miligramos o con la combinación de otras sustancias.

Aunque la planta que produce la escopolamina es fácil de conseguir, esta debe ser tratada por un químico para que extraiga el polvo blanco fino, cristalino y de sabor amargo, que finalmente es utilizado por el agresor, que, en la mayoría, busca cometer un robo.

“Los depresores del sistema nervioso causan indefensión, por eso, ahora es muy común que se utilicen otras sustancias diferentes a la escopolamina, o que se combine con otros sedantes”, explicó la toxicóloga.

Entre las formas de tener contacto con la escopolamina es común que se de a través de una bebida. Es más vulnerable la aplicación de la sustancia en lugares concurridos masivamente.

No hay bandas dedicadas a escopolaminar: Policía

Miembros de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, aseguraron que durante 2018 no se registró ninguna denuncia por este hecho. Asimismo, se descartó que existan bandas delincuenciales dedicadas a cometer robos a través de un ataque con escopolamina.

Sin embargo, los uniformados pidieron a la comunidad que en caso de sospechar de algún hecho, se denuncie de inmediato a las autoridades para iniciar la investigación correspondiente.