Familiares de las dos mujeres que, junto con cinco hombres, murieron en un presunto enfrentamiento con miembros del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), fueron reconocidas en la morgue del Hospital Central de San Cristóbal (Venezuela).

Se logró conocer que se trata de dos hermanas: Sonia Viviana y Ximena Andrade, de quienes no se aportaron otros datos concretos como la nacionalidad, aunque se especuló que eran colombianas.

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Los hombres identificados son: Jesús Rolando Peña, de 24 años y nacionalidad venezolana, domiciliado en Ureña; y el colombiano Marlon Eduardo Jáuregui Ayala. Resta identificar a los otros tres hombres, aun cuando se dijo que uno de ellos era pariente de Sonia y Ximena.

Freddy Bernal, “Protector” del Táchira, afirmó que las siete víctimas están presuntamente ligadas a grupos irregulares, específicamente a Los Pelusos. Los hechos ocurrieron la noche del pasado martes en el asentamiento campesino La Cabrera, en el municipio Pedro María Ureña.

El presunto enfrentamiento ocurrió  en una zona boscosa del sector La Colina, cuando comisiones adscritas a la División de Homicidios del Cicpc-Ureña efectuaban labores de investigación de campo relacionadas a recientes asesinatos y otros delitos perpetrados en ese municipio fronterizo.

Lo oficial

De acuerdo a la información oficial, los funcionarios se percataron de la presencia extraña de un grupo de hombres y mujeres que se tornaron nerviosos apenas observaron la cercanía de los uniformados.

Lejos de acatar la voz de alto que les dieron, se internaron en la zona boscosa y comenzaron a disparar contra la comisión.

Esta acción habría llevado a los funcionarios a repeler el ataque, originando un intercambio de disparos, en el cual siete de los sospechosos resultaron gravemente heridos. 

Posterior a lo ocurrido,  el CICPC los trasladó de urgencia al CDI de Ureña, donde algunos llegaron sin signos vitales y otros fallecieron minutos después.

En el lugar de la balacera, el CICPC se incautó de siete armas de fuego de diferentes calibres, una camioneta Jeep Laredo, beige, y un Chevrolet Apache, azul. Además de dos motocicletas Yamaha, una granada, panfletos alusivos a grupos generadores de violencia, prendas de vestir de uso militar, cinco teléfonos celulares, así como droga  que quedaron a disposición del Ministerio Público. 

Los fiscales del caso se trasladaron a la morgue para presenciar las autopsias de ley e iniciar las investigaciones correspondientes.

La Nación para La Opinión