Progresivamente se irá cerrando el corredor estudiantil que fue habilitado luego de que se cerró la frontera entre Venezuela y Colombia.

Así lo confirmó este jueves el general Carlos Martínez Stapulionis, jefe único de la Zona de Seguridad Fronteriza número 1 del estado Táchira, al ser indagado por La Opinión.

La versión fue conocida inicialmente por voz de los estudiantes que viajan todos los días entre Cúcuta y el municipio Pedro María Ureña, que aseguran que el Ejército y la Guardia Bolivariana de Venezuela desde hace una semana vienen haciendo la advertencia.

“Los guardias nos están diciendo que hasta el viernes se nos acaba el jueguito de estar pasando para aquí o para allá”, dijo una estudiante de 11 grado del colegio Misael Pastrana Borrero.

El rector del colegio, Guillermo Pablo Silva Melo, señaló que ha sido mala la atención y el acompañamiento que ha dado el gobierno colombiano a los niños que cruzan la frontera.

“Por acá ha pasado el presidente, los ministros y otros funcionarios de bajo nivel y lo único que se ha conseguido es el corredor humanitario, porque en ayuda material de parte del Estado no ha existido absolutamente nada”, criticó el rector.

Según Silva Melo, los niños que cruzan la frontera tienen carencias de elementos de higiene, de alimentos y de medicinas y el gobierno colombiano no ha concurrido.

(El gobierno venezolano indicó que permitirá que los niños crucen la frontera hasta cuando finalicen sus estudios.)

Para el caso de los niños del colegio Misael Pastrana -aseguró el rector- los niños han recibido más ayuda de parte de las entidades no gubernamentales, que han mitigado en una parte ínfima la situación que viven los estudiantes.

Unos 1.429 jóvenes, que son movilizados a través de los corredores humanitarios, sienten que su aspiración por concluir el año lectivo 2015 está en riesgo.

Andrea Camila González Ariza, estudiante de 11 grado, todos los días cruza el corredor humanitaria dijeron sus maestros, quienes temen que no pueda volver a recibir en una ceremonía su acto de grado de bachillerato.

Según el alcalde Donamaris Ramírez si se cumple la amenaza de cierre de frontera habría estudiantes que quedaron entre los más pilos del país, que se quedarían sin beneficio, porque no les permitirían volver para matricularse en la universidad.

La Opinión consultó a la ministra de Educación, Gina Parody, por intermedio de su equipo de comunicaciones, sobre la suerte que tendrían los estudiantes pilos para recibir su grado en Cúcuta, pero al cierre de esta edición no contestó. Algunos estudiantes de undécimo grado optaron por pedir alojamiento en casas de sus compañeros hasta su graduación.

*La Opinión