El aparato productivo de Norte de Santander no mejora, la frontera sigue siendo la cenicienta en indicadores económicos, al desempleo y la informalidad se le suma, ahora,  la producción interna que también está de capa caída.

En ese sentido, el Producto Interno Bruto (PIB) de Norte de Santander apenas creció 1,4% en 2015, retrocediendo 3,4 puntos porcentuales con respecto a 2014, cuando la producción departamental fue de 4,8%, según el último informe del Dane.

La producción de bienes y servicios del departamento sumaron $8,4 billones en 2015, y el PIB per cápita fue de $9,7 millones.

De los nueve actividades económicas analizadas, cinco tuvieron variaciones positivas. Se destaca el crecimiento  del explotación de minas y canteras (8%), especialmente, por la extracción de petróleo crudo y gas natural.

Los establecimientos financieros, seguros, actividades inmobiliarias y servicios a las empresas fue el segundo sector que más creció (3,7%), de la mano de la intermediación financiera.

Por otro lado, entre las actividades que tuvieron variaciones negativas está la industria manufacturera (1,5%). La inflación, el alza del dólar y la incertidumbre por el tema económico fueron los factores que impactaron la producción de alimentos.

El contrabando de alimentos desde Venezuela –carne, arroz, panela, harina, leche, y otros productos– también mermó la actividad productiva de estos sectores, indicó el economista Alfredo Yáñez.  

En 2015, otro de los factores que impactó el aparato productivo interno fue el cierre de la frontera, a pesar de la crisis económica que existía en el vecino país, algunos empresarios en ese año vendían algunos insumos a Venezuela, situación que cambió radicalmente tras el cierre de los puentes el 16 de agosto de 2015.

La velocidad del crecimiento de la actividad económica del departamento se ha reducido considerablemente, sobre todo en sectores importantes como la explotación de minas, carbón y la construcción.

“Norte de Santander tienen un tejido empresarial muy escaso, hay poca diversificación y avances tecnológicos, a gran escala que permitan impulsar el crecimiento del aparato productivo”, precisó Botello.

A nivel nacional, los departamentos de Cauca, con 6,1%; Atlántico, con 5,6% y Bogotá, Quindío y Nariño, con 4,8%, registraron los mayores crecimientos. El comportamiento se atribuyó principalmente a las actividades de construcción de edificaciones. En el caso de Bogotá, el incremento se explicó por la intermediación financiera y las actividades inmobiliarias y de alquiler de vivienda.