El alto porcentaje de pacientes que padecen Guillain-Barré en Cúcuta, y que ha necesitado ser conectados a un respirador, encendió las alarmas en el gremio médico de la ciudad.

Según la literatura médica, en esta enfermedad el promedio de pacientes que requieren ventilación mecánica no supera el 30%; sin embargo, de los 22 casos que se tienen registrados en las clínicas públicas y privadas de la ciudad en lo que va del 2016, el 60% ha necesitado un respirador, lo que indica que se está enfrentando un Guillain Barré mucho más severo, o una enfermedad del sistema nervioso similar, aún no identificada,  relacionada con el virus del Zika.

El doctor Arturo Arias, jefe de la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Norte, en donde actualmente atiende a cuatro pacientes afectados por lo que se presume es Guillain Barré, asegura que la falta de pruebas para comprobar el diagnóstico plantea un problema de gran magnitud pues los deja ante una presunción de la enfermedad, pero sin certeza.

“La gente tiene que saber que está expuesta a una enfermedad frecuentemente grave y potencialmente mortal en la que el 25 o 30% de los pacientes a un año no vuelve a caminar. Entre el 75 y el 80% se recupera con algunas secuelas”, dice Arias, quien es profesor asociado de medicina clínica de la Fucs en Bogotá.

La preocupación de los galenos los ha llevado a unirse y a convocar a toda la comunidad médica de la ciudad para hacer una propuesta a las autoridades regionales y nacionales con el fin de resolver los problemas que hoy se tienen y enfrentar esta emergencia de la mejor manera posible, de forma articulada entre los médicos y las autoridades.

El próximo jueves 11 de febrero a las 4 de la tarde, en las instalaciones de la clínica Norte, se realizará la presentación titulada “Brote endémico de viremia por Zika asociado a otras neuropatías inmunes sin definir en la ciudad de Cúcuta”, en la que participan el Colegio Médico de Cúcuta y la Academia Nacional de Medicina, además de los jefes de las unidades de cuidados intensivos de tres clínicas de la ciudad: Arias, de la clínica Norte, Luis Pérez, de la clínica San José y Francisco Ramírez, de la clínica Santa Ana, quienes expondrán la propuesta formal al gobierno.

A esta reunión se unirá de manera virtual el doctor Eduardo Palacios, Jefe del servicio de Neurología del Hospital San José, de Bogotá.

Que las clínicas de la ciudad no cuenten con neurólogos para atender a los enfermos de Guillain Barré, pues las EPS no les pagan, es uno de los problemas más críticos que enfrentan los pacientes.  Hoy, los únicos que tienen acceso al diagnóstico de un neurólogo son los pacientes que acuden a Coneuro (asociación de neurólogos de Cúcuta) a través de la consulta externa, o las familias de pacientes que deciden pagar un neurólogo particular para que asista a revisarlos en las clínicas.

Otra dificultad a la que se enfrentan tanto médicos como pacientes es la demora en la asignación de citas por parte de las EPS para practicar el examen electrodiagnóstico o la electromiografía, necesarios para el proceso de determinar si se trata o no de Guillain Barré. Las citas para estos exámenes se demoran entre 15 y 20 días.

A esto se suma que no hay diagnóstico etiológico de esta enfermedad, lo que significa que a la fecha no es posible comprobar que los pacientes padecen este síndrome, pues las pruebas con anticuerpos anti-GM, anti-GD y anti-GQ que deben realizarse para determinar si es o no la enfermedad no existen en la ciudad.

Estas pruebas no las cubre el POS, y por lo tanto deben ser expresamente autorizadas por las EPS, lo que generalmente tarde buen tiempo en suceder.

Así mismo, no ha sido posible hasta el momento confirmar si las personas que están en las áreas de cuidados intensivos de las cuales se presume padecen Guillain Barré, han tenido Zika, pues el examen que
arroja el positivo en estos casos solo lo hace el Instituto Nacional de Salud en Bogotá, y desde que se toma la muestra, se envía a Bogotá y regresa a la ciudad, pasan en promedio 60 días.

Adicionalmente, las EPS tardan varios días en autorizar los tratamientos de inmunoglobulina y de plasmaféresis, necesarios para los pacientes que presentan Síndrome de Guillain Barré.

Toda esta tramitología es muy grave, pues según el doctor Arias, “el Guillain Barré es una urgencia autoinmune, por lo tanto la dilatación en el tiempo, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, no solo empeora la recuperación sino que aumenta la mortalidad, y eso es lo que estamos viendo”.

Cúcuta, ciudad líder de la enfermedad

La capital nortesantandereana sigue encabezando el listado de ciudades colombianas con mayor número de casos de Zika, igual como sucedió con el Chicungunya. En la reciente visita del viceministro de salud, Fernando Ruiz Gómez a Cúcuta el jueves pasado, el funcionario se refirió a la preocupación por  27 casos del síndrome Guillain Barré reportados en la ciudad (cinco más que los registrados por clínicas y hospitales), de personas con antecedentes de zika, que al compararse con los 77 casos que se han confirmado en el país, representa un porcentaje considerable.

Cabe recordar que según a las cifras más recientes entregadas por la autoridad, en la ciudad ya son 3.097 casos confirmados de Zika y en el departamento son 4.085. Sin embargo, se estima que los casos reales son muchos más, teniendo en cuenta que muchos de los contagiados se diagnostican y medican sin necesidad de acudir a un centro de salud.

*La Opinión