Incredulidad, angustia y resignación embargan a los padres, hermanos y familiares de Lisbeth Andreina Ramírez Mantilla, la joven tachirense que murió durante la operación de captura desplegada contra Óscar Pérez, exinspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), el pasado 15 de enero.

Dos de sus hermanos se trasladaron, por tierra, el miércoles en la madrugada a Caracas, en un viaje que toma cerca de 12 horas, pero fue frustrado poco antes de su culminación, cuando el vehículo en que se desplazaban se volcó en la autopista regional del centro, cerca de las 5:00 de la tarde, dejándolos con algunas lesiones menores.

Ante ello, otros dos hermanos intentaban este jueves encontrar vuelo a Caracas desde el aeropuerto de La Fría, para unirse a las gestiones necesarias para el traslado a tierras tachirenses, donde recibirá cristiana sepultura.

Lea además Enfermera murió en el operativo contra piloto Óscar Pérez

Sólo hasta después del mediodía los familiares pudieron arribar a la morgue de Bello Monte, en Caracas, donde permanecían los restos de la joven, para iniciar los trámites de reconocimiento formal, pues aseguraron que hasta no verla con sus ojos, mantendrán la esperanza de que Andreína esté viva. 

“Para mí y para todos está viva”, dijo su hermana minutos antes de ingresar a las instalaciones de la morgue.  

Aseguró que nadie se ha comunicado con su familia para los trámites del reconocimiento del cadáver “ojalá no sea esa mi hermanita”.

Mientras tanto, sus padres aguardan noticias, en su casa, ubicada en el pasaje 4 del sector San Sebastián, barrio Rómulo Gallegos, de San Cristóbal, donde los vecinos entran y salen, ayudándoles con la preparación de los alimentos y las tareas cotidianas, pues ambos están sumidos en la tristeza.

“Lo que quiero es que la traigan para verla por última vez, más nada. No pido justicia porque ellos fueron los que me la quitaron (...), confío en que mi Dios hará justicia”, dijo Faride de Ramírez, madre de la joven, en medio de lágrimas.

Por su parte el padre, Ángel Ramírez pidió a las autoridades que tengan consideración con su dolor y agilicen los trámites para la entrega del cuerpo.

Le puede interesar La muerte de Óscar Pérez genera división en Venezuela

Agobiados por el dolor y la incertidumbre, esta familia de origen humilde, aún no sabe cómo costearán el traslado de la joven desde Caracas hasta San Cristóbal y los subsiguientes gastos del sepelio. 

Por ello, esperan la colaboración de amigos y personas de buen corazón. “Yo lo único que quiero es despedirme de mi hija, ella era una buena muchacha”, dijo el padre de Lisbeth Andreína.