Desde el lunes, por las fuertes lluvias, los habitantes del Villa del Rosario que se surten del acueducto municipal no tienen agua por la crecida y turbidez del río Táchira. Pero el problema se agravó este martes con el derrumbe de parte de la carretera que conduce a Ragonvalia, el cual generó obstrucción  en la bocatoma.

La información la dio el ingeniero José Helio Figueredo, coordinador de Acueducto y Alcantarillado, quien recalcó que la situación es muy difícil y solo hasta primeras horas del miércoles podrán trasladar maquinaria, a fin de remediar el daño.

“Estamos en una emergencia…nos vemos en la necesidad de llevar una máquina oruga hasta el lugar del taponamiento para traer nuevamente el caudal. Son 23 mil usuarios los que nos quedamos sin el servicio”, señaló el funcionario, recalcando que también es preocupante el nivel del afluente. 

Figueredo agregó que ni siquiera pueden llevar el líquido en camiones cisternas a las comunidades, porque la emergencia los “agarró” con los tanques de almacenamiento vacíos.

Es la segunda vez en un lapso de dos meses que se registra una situación similar en este municipio de Norte de Santander, por los torrenciales aguaceros. En abril, las precipitaciones ocasionaron daños en la bocatoma, los cuales dejaron sin el servicio de agua a los rosarienses por cuatro días.