Aunque los procesos sociales y políticos de las organizaciones del Catatumbo seguirán fortaleciéndose, preocupa el debilitamiento del tejido social, derivado que las acciones violentas de los grupos armados de la zona.

“No tenemos duda de que la confrontación armada nos ha perjudicado y ha dañado mucho el trabajo, porque la gente y los líderes han tenido que salir; otros están amenazados y confinados, y eso hace que el proceso pierda fuerza”, señaló Duvin Ovallos, integrante del Movimiento por la Constituyente Popular (Mcp).

Para Juan Carlos Quintero, vocero de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) “hay un propósito de destruir el tejido social, y la respuesta de la institucionalidad es insuficiente”, situación que tiene en alerta a los líderes.

“El hecho de que un presidente de junta deba salir desplazado, deja a una comunidad huérfana”, dijo. “El asesinato de líderes no cesa, hay una situación de amenaza generalizada, y prácticamente hay confinamiento de todos los líderes de la Comisión por la vida la paz y la reconciliación del Catatumbo”.

Por su parte, Yermin Sanguino, del Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca) expresó que “hay actores oscuros que quieren resquebrajar estos esfuerzos que hemos mantenido, para que el movimiento social se consolide en la defensa y permanencia en el territorio”.

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Por la unidad

Pese a ello, los líderes de las organizaciones se reunieron este fin de semana para intercambiar experiencias de autoprotección, y concluyeron que, pese a la violencia, se afianzará la unidad.

Entre los mecanismos de protección ya establecidos por las comunidades, se destacan las casas de derechos, las guardias campesinas, los refugios humanitarios, los comités conciliadores de las juntas de acción comunal, y sus asambleas permanentes.

En este sentido, según Quintero, se deben profundizar estos mecanismos, e implementarlos en las comunidades, aunque se que requiere apoyo estatal.

Al respecto, reiteró la solicitud al presidente Iván Duque para que cumpla su palabra, y dialogue con la Comisión por la vida, dado que “aumentaron los homicidios contra líderes”, incluido el de Alirio Arenas, presidente del concejo de Convención, que aumentó las alarmas.

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Pese a ello, Ovallos expresó que “de ese encuentro, salimos unidos para seguir trabajando con todos los procesos sociales”, en tanto que Sanguino concluyó que “hay momentos en los que el movimiento social debe estar mas unido que nunca”.