La posibilidad de un encuentro entre la Comisión por la vida, la reconciliación y la paz del Catatumbo, con el presidente Iván Duque, o un delegado, es la principal expectativa local para favorecer la confianza hacia el Gobierno Nacional.

Según Juan Carlos Quintero, vocero de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), el breve diálogo con el mandatario permitió la entrega de un documento que contempla el apoyo irrestricto al acuerdo de paz; a la necesidad de mantener el proceso con el ELN; a concretar el cese de fuegos, y a reconocer las voces de las comunidades.

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Se espera que entre agosto y septiembre “el presidente cumpla su palabra, y sus anuncios de diálogo social”.

En este sentido, se destacó el mensaje de Duque al comprometerse como el presidente del diálogo social, lo cual “nos abre la expectativa de que los escenarios de diálogo creados con los movimientos sociales se van a mantener”.

También, su visión de no tener enemigos en el Catatumbo, “en los sectores políticos ni sociales, que aporta a la reconciliación y a todo el escenario político”.

Sin embargo, hay asuntos pendientes, por el silencio de Duque sobre temas estratégicos, como “el anuncio de megaproyectos que profundizan las conflictividades”, en el caso de la carretera del carbón (Astilleros-Tibú-Convención-La Mata). 

El incremento de la militarización “que no es la salida a la crisis humanitaria, y que no evita que ocurran hechos violentos”, es otra alerta, que se suma a los vacíos que dejó el presidente al no hablar de sustitución de coca, o a la implementación del acuerdo de paz. 

Tampoco se refirió a la crisis humanitaria, y “lo peor: no se dio el mínimo indicio sobre las investigaciones del hecho más horrendo: la masacre de El Tarra”.

“Ese silencio sí nos preocupa porque hasta hoy, todos los actores se lavaron las manos y nadie responde, y esto indicaría que cualquiera puede cometer hechos macabros en la región y nadie responde”.