La piscicultura en El Tarra es una de las alternativas de desarrollo económico para los campesinos, y ejemplo para el  Catatumbo.

A través de la Asociación de Piscicultores de El Tarra (Asopistar), los campesinos trabajan con un organizado esquema en el cultivo de cachama y mojarra.

Debido a la alta producción y óptima calidad, la Asociación realizó su primera entrega directa de 1.200 kilos de cachama al mercado de Ocaña.

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Jesús Solano, representante del programa de piscicultura agradeció la oportunidad de comenzar un comercio que podría asegurar estabilidad de precios y crecimiento para los productores.

Uriel Castro, comerciante de Ocaña y quien abrió las puertas a la iniciativa piscícola destacó el proceso de los campesinos, del cual se genera empleo y nuevas oportunidades para las familias.

“Como región debemos apoyarnos, y esta iniciativa productiva de Asopistar es fundamental”, aseguró Castro.

La unión de campesinos cobija 97 familias que se benefician del proyecto que los consolida como una alternativa para alejarse de los cultivos de uso ilícito. Sin embargo, no dejan de hacer un llamado al Gobierno Nacional para que apoye estos programas productivos y legales.

Prudencio Claro Guerrero, presidente de Asopistar, dijo que actualmente se producen 14 toneladas y media al mes de cachama, mojarra y bocachico para distribuir en la región. 

Para él, esta es la mejor opción para el cambio del modo de vida de los agricultores. 

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“Estamos en un proceso de transformación para que la gente se aparte de los cultivos ilícitos”, puntualizó. “Ya hemos comenzado a reorganizar las parcelas a pesar del poco apoyo que hemos tenido, pero necesitamos ayuda para salir al mercado nacional”.

Por ahora, El Tarra abastece de productos piscícolas a los municipios que integran la provincia de Ocaña, pero la meta es expandirse a diversos territorios.