San Calixto es uno de los municipios más azotados por el conflicto armado en el Catatumbo (Norte de Santander); allí, hace poco más de un mes murieron dos policías y dos soldados en dos de los innumerables ataques de grupos armados que suelen presentarse en la zona.

Pero también es tierra fértil, de ciudadanos trabajadores y con talentos, en donde la producción de cacao es uno de los sustentos de vida de los campesinos; otros optan por el café y el fríjol, como es el caso de la familia Rincón Delgado, hogar en unión libre de donde nació uno de los pintorescos personajes de esta región: ‘El Niño Catatumbero’.

Con este apodo es conocido Edwin David Rincón Delgado, quien a sus siete años se ha convertido en una de las voces de esta zona, a través de su habilidad para la composición e interpretación de trovas. Vive en la vereda  Balsamina, a 30 minutos del casco urbano, junto a sus padres Emilse e Ismael, es el penúltimo de siete hijos.

“Somos desplazados de la violencia. En 2004, grupos paramilitares nos hicieron huir de la finca en la que vivíamos, en la vereda San Luis de San Calixto, que queda como a ocho horas del pueblo. Nos ha tocado trabajar muy duro para darles a nuestros hijos lo que necesitan y sacarlos adelante”, expresó la mamá de ‘El Niño Catatumbero’.

Desde muy pequeño Edwin Rincón mostró su vivacidad y osadía; a los dos años de vida hablaba con mucha claridad y desde los cuatro empezó a recitar coplas y a participar en eventos culturales de la escuela, destacó su madre.

Después, el infante, sin miedo alguno, intervenía con su talento en las celebraciones de los Días del Campesino, de la Madre, del Padre y otras fiestas del pueblo. “Creo que eso está en la familia, porque mi hijo mayor, Alexis, de 22 años, toca guitarra y canta carranga. La Fundación Oasis de Paz y Amor lo ayudó en ese proceso de aprendizaje”.

Inicios como ‘El Coplero Mayor’

Nos gobiernan cuatro familias,
que son corruptas y capitalistas:
Pastrana, Uribe y Gaviria;
y Santos con su política.

Despertemos campesinos,
que nos tienen adormecidos,
con las políticas del Gobierno
para echarnos más al olvido.

Lo anterior son algunas coplas del este niño nortesantandereano, las cuales ruedan en Facebook y que lo han dado a conocer fuera de San Calixto.

Muy claro de cómo ha venido creciendo ese artista que hay en él y de la pasión que siente por la trova está Edwin David Rincón, quien siente seguridad de que sus composiciones llegan muy lejos, porque muchas de ellas las ha dedicado a los políticos y a quienes se han olvidado del campesino.

Al principio lo llamaban ‘El Coplero Mayor’, debido a que fue el apodo que le dio el exalcalde Jairo Pinzón, nombre que cambió hace un año por el que hoy lo regionaliza: ‘El Niño Catatumbero’, el cual surgió en una presentación y que le gustó mucho. Aunque primero consultó a su madre con cuál nombre se quedaba, quien le aclaró que la decisión era de él.

“Soy del Catatumbo, por eso me gustó este nombre”, enfatizó el trovador, premiado por el Consejo Noruego para Refugiados (Acnur), el cual le regaló un agenda con la foto suya, como una manera de incentivarlo a seguir con su arte.

“Le canto a todo el mundo. A los campesinos, a los que se olvidan de esta zona, a la naturaleza. Me gusta coplear, Dios me dio este don y a cualquier evento que me inviten a participar lo hago”, manifestó el pequeñín, que no tiene contabilizada cuantas composiciones lleva y que el tiempo que le toma crear una varía según el tema.

“Él agarra un lápiz y se sienta a hacerlas, luego se las aprende. Después me pregunta: ‘mami, ¿están bien?’”, añadió la orgullosa Emilse Delgado.

Una anécdota sobre Edwin David, contada por la madre, es que un día en un discurso del nuevo alcalde de San Calixto, este dijo que el mandatario saliente no había dejado unos recursos, los cuales había anunciado Pinzón antes de concluir su período. Esta situación incomodó al niño y le dijo a su progenitora: “mamá, este año no le voy a coplear al alcalde, porque Jairo Pinzón me hizo ver mal”.

(Sus padres Emilse Delgado e Ismael Rincón han sido su gran apoyo para seguir motivando en Edwin David su talento para la trova.)

Para ‘El Niño Catatumbero’, esta zona del departamento es más que conflicto armado; es fuente vida por sus bosques, fuentes de agua, tierra productiva y gente laboriosa. Sueña con desarrollarse en la música y hasta cantar vallenato, su género preferido.

Edwin David Rincón despidió la entrevista con La Opinión con los siguientes versos:

Todos queremos la paz,
Dios nos la va a regalar,
negociando con los del conflicto
y la pobrería que quiere trabajar.

Para los que trabajan en este periódico
los felicito con humildad,
en especial a los que me han llamado
para poderme entrevistar.

Al periódico La Opinión,
gracias y un placer,
porque me publicaron en las redes
de Norte de Santander.