En las horas de la tarde del martes el oleoducto Caño Limón-Coveñas sufrió el primer atentado del año contra su línea de transmisión en los puntos de Teorama y Tibú.

Según estiman las autoridades, el ataque fue producto del plan de reactivación del fuego de las Farc, y después de que se informó a Ecopetrol de los hechos, la estatal envió cerca de 20 operarios a la zona para evaluar los daños.

Sin embargo, en las horas de la noche en Tibú, también en Norte de Santander, hubo otra voladura del oleoducto, por lo que la empresa espera a que se den las condiciones de seguridad para que se pueda enviar personal y realizar los planes de contingencia.

Hasta el momento la petrolera detuvo el bombeo de crudo del oleoducto que transporta cerca de 100.000 barriles por día hacía el puerto de Coveñas, pero aún no se conoce cuántos barriles se perdieron en el derrame.

Estos se sumarían a los ya 14.000 barriles que en lo corrido del año la empresa señaló se han perdido por ataques terroristas, con lo que la estatal habría dejado de recibir cerca de $2.100 millones. Esto sumado a los costos de reparación de la infraestructura y al aumento de transporte de crudo por carrotanques.

Por otra parte, los ministros de las carteras de Ambiente y Minas y Energía, Gabriel Vallejo y Tomás González, viajaron a Tibú con el fin de mirar las medidas que se tomarán por los derrames de crudo que se dieron en el río Tibú, la afectación a una docena de viviendas y el daño a la infraestructura petrolera.

Para González “lo primero es atender las dificultades que se presentaron con el desabastecimiento del agua en el municipio de Tibú. Lo segundo, es atender la emergencia, por lo que estamos priorizando la demanda de agua y la situación de los pescadores de la zona”.

“Finalmente, estamos coordinando junto a Ecopetrol acciones para mitigar el impacto ambiental y contener el derrame de crudo. Ya se cerró el suministro de petróleo, y se están poniendo unas barreras para evitar que se disperse”.

Por su parte, Vallejo explicó que “es una catástrofe ambiental para el país, además de que 16.000 habitantes tendrán que recibir el agua potable de 12 carrotanques que envió Ecopetrol. Desde el punto de vista ambiental tenemos las repercusiones en las comunidades pesqueras, los ecosistemas acuáticos que se pierden y además las pérdidas de ganaderos y agricultores que no podrán usar este líquido en sus actividades”.

El Ejército Nacional se encuentra desplegado en la zona y también colabora en el suministro del vital líquido con dos camiones más.

Empresas analizan futuro en la zona

Varias empresas petroleras como la compañía Vetra están analizando la manera de realizar las operaciones en las regiones afectadas, ya que la arremetida de atentados está enfocada especialmente contra la infraestructura de oleoductos y les provocó pérdidas por cerca de US$8.000 millones en 2014.

Ecopetrol, por su parte, señaló que en la región del Putumayo continúa detenida la operación del oleoducto OTA hasta que se realice completamente la recolección de crudo que se había dado en días anteriores, no obstante no hay problemas de almacenamiento.

Bogotá | La República