La Oficina de Gestión de Riesgos de Desastres de Cúcuta revestirá con pasto vetiver un talud de Tucunaré, para evitar que la montaña se siga desmoronando.

El sector, conocido por su inestabilidad geológica y los constantes deslaves, contará con una gradería reforzada con ese tipo de pasto que resiste cualquier temperatura y cuyas raíces de hasta cinco metros de profundidad se encargarán de darle sostenibilidad al terreno.

Asimismo, se construirá una cancha con parque biosaludable, para mejorar el panorama del barrio y brindarles mayores opciones de recreación y esparcimiento a sus habitantes.

“El proyecto es muy atractivo”, dijo Félix Muñoz, jefe de la oficina de Gestión de Riesgos de Desastres de la ciudad. “Queremos hacer del sector un lugar con una vista agradable para sus residentes y visitantes”.

Según el funcionario, el proyecto se ejecutará de la mano de ingenieros especializados en la rama ambiental que recomiendan el uso del vetiver por el éxito que ha tenido en otros proyectos similares hechos en Colombia.

En la planeación participaron la Alcaldía y las Secretarías de Hacienda y de Gobierno.

El costo será de 8 mil millones de pesos, de los cuales, 4 mil millones serán un aporte de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres; los 4 mil millones restantes serán de recursos que deberá gestionar el municipio.

“Los estudios y visitas técnicas ya están hechos, ahora sólo falta presentar la documentación y que se aprueben todos los recursos”, afirmó Muñoz.

Aun no se tiene fecha exacta o tiempo aproximado para empezar con los trabajos, sin embargo la comunidad se mostró bastante entusiasmada con el naciente proyecto. Tras la evacuación de un centenar de familias de la zona y el desplome de igual número de casas en los últimos 10 años, este sería el primer proyecto municipal que toca a las puertas de esta población de la comuna 7.

Gestión de Riesgos de Desastres y la administración municipal, trabajarán en planes acerca de la cultura de riesgo y la microzonificación sísmica, debido a la preocupación de los vecinos por la inestabilidad de la zona.

La Opinión