Con las puertas cerradas permanece la Casa de la Juventud de La Libertad, por lo que los jóvenes de las comunas 3 y 4 han optado por reunirse en el Centro Integral de Atención a la Familia (Ciaf).

Pese a que la casa fue construida hace 20 años con apoyo de Naciones Unidas, para brindar un espacio de integración a los jóvenes de la zona, poco ha cumplido su objetivo, según Raúl Quintero, presidente de la junta de La Libertad.

La última vez que funcionó fue en 2014, cuando se ejecutó un programa de escuelas de formación artística lideradas por la Secretaría de Cultura Municipal, en la vigencia pasada.

Aunque en septiembre pasado el Área Metropolitana destinó unos recursos para remodelar  pisos, techos y pintura, luego de que la fundación que tenía esta sede en comodato la dejó en regulares condiciones, indicó esta dependencia.

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Cuando las obras se estaban ejecutando, Patricia Gallego, directora del Área Metropolitana, aseguró que se rescataba este espacio para brindarles un espacio de atención a discapacitados, niños y adultos mayores de los seis municipios que conforman el área metropolitana.

En el renovado espacio se pretendía promocionar programas y proyectos sociales, deportivos y artísticos para todas las familias de Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios, Puerto Santander, El Zulia y San Cayetano, sin embargo la realidad ha sido otra.

El presidente de La Libertad aseguró que la Casa de la Juventud sigue sin doliente, y aunque en algún momento se postuló a la junta para que tomara las riendas de este espacio, no se concretó la propuesta, por lo que le pidió a la Alcaldía y al Área Metropolitana reactivar este espacio, pues este espacio podría ser aprovechado por toda la comunidad.

Además cuestionó que se le haya hecho una inversión y que ahora, pese a estar en  buen estado, no preste ningún tipo de servicio.

(En Atalaya, la casa de la juventud sigue funcionando, pero sin ayuda municipal. Se ofrecen clases de danza, defensa personal entre otras. | Foto: Mario Caicedo)

Por el contrario, al otro lado de la ciudad, la Casa de la Juventud de Atalaya sigue funcionando interrumpidamente, pese a que  los jóvenes que están a cargo de este escenario no han recibido el apoyo municipal.

En la casa, ubicada en la Primera Etapa de Atalaya por las noches y cada fin de semana se ofrecen clases de danza, capoeira y defensa personal, entre otras actividades.

A pesar del poco apoyo que han recibido por parte de la administración Municipal, aseguraron que seguirán con los trabajos comunitarios para lograr que este espacio siga activo.