El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) advirtió que si no hay un “golpe de timón”, la implementación del acuerdo de paz que esa exguerrilla alcanzó con el Gobierno colombiano “va hacia un despeñadero”.

“La implementación se convirtió en una fastidiosa, asquerosa renegociación y esto no puede continuar así”, afirmó Seusis Pausias Hernández, alias “Jesús Santrich”, en una rueda de prensa en Bogotá, en la que ese partido dio a conocer sus candidatos a las elecciones presidenciales y legislativas del año próximo en el país.

“Santrich” advirtió que no se le puede seguir cambiando “ni una sola coma” a los contenidos del acuerdo de paz firmado el 24 de noviembre pasado en Bogotá.

En ese contexto, advirtió  que esta situación ha generado “inseguridad jurídica”, ya que alrededor de mil excombatientes permanecen en prisión pese a que “la ley de aministía está vigente desde diciembre del año pasado”, e “inseguridad personal” para los exguerrilleros.

“Así en esas condiciones y si no hay un golpe de timón, el proceso de implementación va hacia un despeñadero”, sentenció “Santrich”, quien también criticó la “desfinanciación enorme de los acuerdos”.

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Sin engaños 

Por su parte, el número dos de la Farc Iván Márquez, citó la locución latina “Pacta sunt servanda” (lo pactado obliga), para indicar que “no cumplir el acuerdo es engañar”.

“No queremos engaños, queremos que se cumplan los acuerdos. Nosotros hemos cumplido totalmente, hemos hecho dejación de las armas”, apuntó “Márquez”, al tiempo que urgió al Gobierno “a que tomen las decisiones correspondientes para que se materialicen los compromisos”.

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Sin tierras 

Mencionó compromisos en materia de seguridad jurídica, personal y socioeconómica, entre otros.

“Todavía no tenemos ni un centímetro de tierra para poder desarrollar los proyectos productivos en los espacios territoriales de capacitación y reincorporación”, se quejó Márquez, a la vez que reclamó solución para asuntos como la identificación personal de los excombatientes y lo relacionado con su bancarización para poder recibir el subsidio del Gobierno.