La hegemonía política que por años tuvieron los partidos tradicionales en las elecciones presidenciales en departamentos como Norte de Santander, poco a poco se la han empezado a ceder a nuevas colectividades como el Centro Democrático.

Desde que se estrenaron en la escena electoral, en 2014, el partido del expresidente Álvaro Uribe ha logrado capitalizar la difícil situación que afronta la región y con sus posturas y planteamientos en torno a lo hecho por el Gobierno y la crisis de Venezuela,  ha conseguido que cada vez sean más los votos y los municipios que  respaldan a sus candidatos.

Muestra de ello es lo ocurrido el pasado domingo en la primera vuelta presidencial en la que con el 61%, Norte de Santander se convirtió en el departamento con más apoyo hacia el aspirante del uribismo, Iván Duque, en todo el país.

Con los 377.152 votos que obtuvo en los 40 municipios, el excongresista logró triplicar la votación del excandidato Óscar Iván Zuluaga en la primera vuelta de 2014, en la que el Centro Democrático también se impuso en esta región, superando al actual presidente Juan Manuel Santos.

En aquella oportunidad, Zuluaga alcanzó la victoria en 23 municipios. El domingo, Duque se alzó con el mayor número de votos en 36 municipios, es decir el 90% del departamento.

Otro dato que, en materia de presidenciales, deja en evidencia la hegemonía alcanzada por el uribismo en esta zona del país, es que pese a que Santos pudo materializar su reelección en la segunda vuelta de 2014, en la ronda definitiva, además de que la diferencia entre el jefe de Estado y Zuluaga apenas fue del 4%, el representante del Centro Democrático obtuvo el mayor número de apoyos en  25 municipios, mientras que Santos tan solo se impuso en 15.

Las elecciones locales y regionales, el plebiscito por la paz en el que impulsaron el ‘No’ y las pasadas elecciones al Congreso, también muestran una evolución en la votación y respaldo hacia el uribismo en Norte de Santander.

A redoblar esfuerzos

Juan Carlos Capacho, concejal del Centro Democrático en Cúcuta, considera que ese apoyo que ha ido creciendo en las urnas en favor de su partido, es el resultado de “la coherencia, la constancia y la disciplina”, que han demostrado sus líderes a lo largo de estos años.

Reconoce que la crítica situación de Venezuela y el temor de que Colombia pueda correr ese mismo camino si llega al poder un candidato como Gustavo Petro, también se ha constituido en un factor clave para que las propuestas del uribismo calen entre los electores.

“Quién más que nosotros para dar testimonio de las consecuencias de un gobierno populista que promueve el odio de clases y la lucha contra la iniciativa privada”, señaló Capacho.

En ese sentido, aseguró que ahora que se aproxima la segunda vuelta y los colombianos tienen que decidir entre Duque o Petro, redoblarán los esfuerzos no solo para que Norte de Santander siga demostrando su voto de confianza al partido del expresidente Uribe, sino para evitar que se imponga un modelo de país “basado en el socialismo del Siglo XXI”.

“La gente solo tiene dos opciones frente al modelo de país en el que se ven viviendo: el de la libertad y la democracia o el del socialismo del Siglo XXI. Esta es una decisión que tiene que ir más  allá de los intereses particulares de los partidos”, sostuvo.