En la Contraloría Municipal de Cúcuta se empezaron a mover procesos que la comunidad creía engavetados o sobre los cuales ya no se tomaría ninguna decisión fiscal.

Uno de ellos y sobre el cual hay gran expectativa, es el del club del adulto mayor porque en el mandato de Donamaris Ramírez se comprometieron recursos por $296 millones, pero la obra quedó mal hecha, según los análisis técnicos y ahora es un ‘elefante blanco’.

Voceros de los abuelos que se iban a beneficiar, esperan que la contralora Blanca Cruz González establezca y aplique las responsabilidades fiscales por ese hecho.

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“Se respira un nuevo aire en ese organismo de control”, dijo un edil que se abstuvo de dar su nombre, al reclamar que se vaya, hasta las últimas consecuencias, en el asunto de los comparendos, luego de la auditoría sorpresa a las inspecciones de Tránsito Municipal.

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Además, se estableció que la Contraloría volvió a ponerle el ojo al contrato por $150 millones, ejecutado en la pasada administración municipal, para el lavado de tanques de los colegios, por presuntos sobreprecios.