En tres museos de Pamplona pueden ser apreciadas las 74 obras que clasificaron al Primer Salón del Artista Pamplonés. 

El acto inaugural se cumplió en el Museo de Arte Modero Ramírez Villamizar, a donde llegaron críticos, docentes de arte, participantes y público en general.

A pesar de la lluvia y el intenso frío, la jornada fue concurrida en la antigua Casa de las Marías, convertida en sede del museo que lleva el nombre escultor pamplonés Eduardo Ramírez Villamizar. La exposición hace parte del proyecto Pegaso Museo Alado.

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Allí y en las casas Águeda Gallardo y José Antonio Anzoátegui, que hacen parte de la Red de Museos del municipio, pueden ser apreciadas las pinturas y esculturas.

((De izquierda a derecha) Obras: ‘Sortilegio’. Collage de papel sobre madera. La autora es Nubia Mercedes Suárez. ‘Girasoles’. Acrílico sobre lienzo de la autoría de Miguel Ángel Galvis. ‘Zamara’. Óleo sobre lienzo de la autoría de Geahiner Useche.)

El director del Museo de Arte Moderno, Ricardo Jiménez, dijo que “buscamos abrirles espacio a los artistas de Pamplona para que den a conocer sus producciones”.

Para él, con el salón se empieza a consolidar la base de datos de quienes se dedican a la pintura, al dibujo y a la escultura. “Queremos saber cuántas personas, empíricas o profesionales, están fomentado las artes plásticas”.

Jiménez precisó que la programación que se está ejecutando este año con Pegaso Museo Alado, está concertada con el Ministerio de Cultura y la Corporación Eduardo Ramírez Villamizar.

El maestro de artes visuales de la Universidad de Pamplona, Israel Hernández Fandiño, dijo que el salón permite hacer un diagnóstico sobre el estado de los artistas y las obras que están produciendo.

En este sentido considera que los participantes demostraron con sus trabajos tendencias contemporáneas y clásicas.

Sobre las técnicas utilizadas afirmó que hay obras elaboradas en óleo, ensambles, acrílicos y mixtas.

“Es importante con este ejercicio que los artistas se reconozcan como comunidad e intercambien experiencias para que el arte en Pamplona sea relevante”, dijo.

La pintora, María Azucena Jiménez, se vinculó con una pintura bidimensional que le hace alegoría a la escultura de Eduardo Ramírez Villamizar. 

“Es la primera vez que se nos da esta oportunidad. Los artistas en Pamplona estamos en el anonimato”, afirmó.

El trabajo de la maestra en bellas artes de la Universidad Francisco José de Caldas, está basado en técnicas mixtas con minerales y óleo. 

Jiménez, en su trayectoria ha participado en exposiciones colectivas en la capital del país, Venezuela y en la Galería de Artes Plásticas Contemporáneas Ágora de Nueva York.