El colegio Inem José Eusebio Caro está más vivo que nunca. Sus estudiantes están más entusiastas que nunca, y sus espacios lejos de estar subutilizados, como quería hacer ver el municipio, tienen el vigor que le imprime cada alumno.

Los alumnos utilizan las áreas deportivas tanto en horas de la mañana para sus clases de educación física, y en las tardes en los momentos de esparcimiento.

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Miguel Ángel Suárez, de octavo grado, es testigo de eso. Utiliza la piscina una vez a la semana durante dos horas en la mañana. “Los profesores organizan los horarios para que todos podamos disfrutar la piscina”, dijo.

En la cancha de tenis unos 15 alumnos practican. Entre ellos Leiber Castro, de sexto grado, que explica que es un gusto para ellos aprender este deporte, que practicarlo en privado es muy costoso.

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La cancha de fútbol profesional necesita algunos arreglos en los arcos, pero esto no es impedimento para que los niños dejen de jugar en ella.

Para los estudiantes cada área deportiva es necesaria, incluso emplean las horas libres para jugar en cualquiera de las canchas.