“En Hacarí se está explotando una mina de oro en el Alto de Banderas en límites con Sardinata, y nadie dice nada; se está explotando una mina de barita en el corregimiento de Astilleros, y nadie dice nada; se le está entregando a los consorcios las explotaciones de los ríos Algodonal y Tarra, y nadie dice nada”. 

Así, el alcalde de Hacarí , Milcíades Pinzón, criticó la labor de la corporación ambiental en el Catatumbo y cuestionó la vigilancia y control que debe hacer en esta región del departamento.

“Hasta el momento no sabemos por qué está ocurriendo la situación de la explotación minera y la de los ríos, pero debe ser con el visto bueno de Corponor”, dijo. “Corponor se quedó corto en los municipios de Catatumbo, porque cualquier persona tala los bosques, quema, hace uso del recurso hídrico y Corponor no toma decisiones”.

Sin embargo, el mandatario reconoció que estas quejas no se han remitido formalmente a la corporación, “porque es la que tiene que estar pendiente del deterioro del medio ambiente en la zona”.

Pinzón señaló que espera que el plan de ordenamiento del Catatumbo incluya las responsabilidades de la entidad “para tener un Catatumbo más viable”.

Según la entidad, el trabajo hecho en el Catatumbo incluye programas de protección y prevención, así como de educación ambiental para preservar los recursos naturales.

Aun así, según el informe de gestión de 2016 la mayoría de sus actividades se centraron en Tibú y la parte baja de la cuenca del río Catatumbo.