La moneda venezolana continuó la tendencia a la devaluación y el miércoles en las casas de cambio de La Parada (Villa del Rosario) se cotizó a 45 centavos de peso para la compra, mientras que la venta osciló entre 48 y 50 centavos, para las operaciones en efectivo.

La caída del bolívar que pareciera indetenible, agrava la difícil situación económica de los miles de venezolanos que diariamente cruzan la frontera para comprar productos de la canasta básica en el comercio colombiano. La insatisfecha demanda de divisas en el mercado cambiario de Venezuela, según los cambistas, impulsa cada vez más el encarecimiento del dólar paralelo, lo que se traduce en mayor devaluación.

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A ello se suma la saturación de bolívares en el mercado cambiario de la frontera, añadió un cambista de la zona. Sin embargo, como ha sido la constante cada vez que se devalúa la moneda venezolana, en muchas casas de cambio de La Parada, pasando el puente internacional Simón Bolívar, no compran bolívares y solo se dedican a la venta.

“Bolívares no estamos comprando”, es la respuesta que los cambistas dan a las personas que llegan a las taquillas de las agencias de cambio a preguntar por el precio para convertir su dinero en pesos colombianos.

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En las pocas casas de cambio donde compran bolívares es común observar colas de venezolanos cambiando su dinero por pesos, para hacer compras de productos de la cesta básica, medicinas, artículos de higiene, repuestos, insumos, etc., o simplemente buscan cambiar los bolívares por pesos para proteger sus ahorros debido a la devaluación que sigue registrando la moneda venezolana.

La dependencia que en este momento tienen los venezolanos del comercio colombiano para suplir las necesidades de alimentación y de medicinas, conlleva a muchas personas a mantener su capital al menos en pesos colombianos, a fin de que alcance para hacer las compras cada vez que lo requiera, puesto que mantener ahorros en bolívares no es garantía debido a la drástica caída que sigue padeciendo la moneda nacional.

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La caída del precio del bolívar no solo afecta a los compradores venezolanos, sino también al comercio colombiano, que desde la reapertura peatonal de la frontera ha visto crecer sus ventas. Aunque día tras día los venezolanos no dejan de pasar para comprar, la zona comercial de La Parada se ve menos concurrida de compradores cuando el precio del bolívar cae drásticamente.

Diario La Nación para La Opinión