Las fuertes lluvias ocasionadas por el huracán Matthew en Haití y Jamaica inundaron calles y obligaron a muchas personas a refugiarse mientras la tormenta de categoría 4 se acerca a los dos países caribeños.
 
Matthew tenía la tarde del lunes vientos sostenidos máximos de 220 kilómetros por hora (140 millas por hora), un incremento de los 210 kph (130 mph) que registraba anteriormente en el día. El meteoro se desplaza con dirección norte, y se pronostica que el vórtice pase cerca o sobre el extremo suroccidental de Haití antes de dirigirse hacia el oriente de Cuba, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
 
"Estamos viendo un peligroso huracán que se acerca al oeste de Haití y el este de Cuba", dijo Richard Pasch, un especialista de huracanes en la agencia estadounidense. "Esperamos que la gente que pueda sufrir inundaciones y deslaves salga de allí y se reubique debido a que es allí donde hemos visto pérdida de vidas en el pasado".
 
En Jamaica muchos siguieron ese consejo antes de que el gobierno de la isla cancelara una advertencia de huracán y la reemplazara con una de tormenta tropical a medida que Matthew se acercaba a Haití. Más de 700 personas llenaron los albergues en el municipio oriental de St. Thomas, y el Ejército de Salvación indicó que había unas 200 personas en sus albergues en Kingston al tiempo que solicitó donaciones de colchones y catres.
 
Muchas personas eligieron enfrentar la tormenta en su casa. Desmond McKenzie, ministro de gobierno local, dijo que todos los habitantes del área de Port Royal, excepto cuatro, se negaron a abordar autobuses para evacuar.
 
En Haití, las autoridades experimentaron un problema similar en algunas áreas propensas a inundaciones. En Tabarre, un suburbio de Puerto Príncipe, los funcionarios exhortaron a los habitantes de un barrio pobre que viven junto a un río lodoso a guarecerse en una escuela local donde se colocaron catres. Pero muchos se negaron por temor a que les roben lo poco que tienen.
 
"íSi perdemos nuestras cosas no las vamos a recuperar!", dijo Toussaint Laine mientras la policía y funcionarios de la alcaldía exhortaban al hombre desempleado y a su familia a que se fueran de allí.
 
La agencia de protección civil de Haití reportó la muerte de un pescador en aguas agitadas por la tormenta. Marie Alta Jean-Baptiste, directora de dicho organismo, había dicho el lunes temprano que el cadáver de otro pescador fue recuperado frente al poblado sureño de Aquin, pero posteriormente indicó que el reporte estaba equivocado y él seguía desaparecido.
 
La muerte reportada en Haití elevó el total por la tormenta a cuando menos tres. Un hombre falleció el viernes en Colombia, y un joven de 16 años perdió la vida en San Vicente y las Granadinas el 28 de septiembre cuando el meteoro pasó por el Caribe oriental.
 
En Haití, las autoridades iban casa por casa en las ciudades de Les Cayes y Jeremie, en la costa sur, para asegurarse de que las personas estén al tanto de que se acerca una tormenta. Al menos 1.200 habitantes fueron trasladados a refugios en escuelas e iglesias.

"Seguimos movilizando equipos en el sur para alejar a las personas de las áreas peligrosas", dijo Jean-Baptiste.
 
A las 2100 GMT, el vórtice del huracán estaba a 360 kilómetros (225 millas) al suroeste de Puerto Príncipe, la capital de Haití. Se desplazaba con dirección norte a 11 kph (7 mph).
 
En República Dominicana, que comparte la isla La Hispaniola con Haití, cerca de 8.200 personas que viven en zonas de alto riesgo fueron evacuadas de forma preventiva, informó el Centro de Operaciones de Emergencias.
 
Juan Manuel Méndez, director del Centro, explicó que 24 de las 32 provincias permanecen en alerta ante eventuales inundaciones y deslizamientos de tierra.
 
Todos los vuelos entre Santo Domingo y Puerto Príncipe del lunes al miércoles fueron cancelados.
 
Matthew, uno de los huracanes más poderosos de la historia reciente, alcanzó por poco tiempo la categoría 5, el primero en llegar a la máxima clasificación en la región desde Félix en 2007. El centro de huracanes dijo que la tormenta parecía dirigirse hacia el este de Florida a través de las Bahamas, pero que aún no se podía pronosticar con precisión si rozaría la costa atlántica de Estados Unidos.