Cuando junto a varios compañeros de labores, cruzaba el río Táchira hacia Colombia, Antoni Javier Marcano, de 18 años, quien se dedicaba al contrabando de gasolina, fue asesinado de dos balazos por un grupo de encapuchados. 

La información la publicó el diario La Nación de San Cristóbal, el cual indicó que los homicidas le dispararon a mansalva al joven, cuyo cuerpo fue rescatado por sus propios amigos, quienes en medio del tiroteo lograron auxiliarlo desde de territorio colombiano y trasladarlo hasta Tienditas, en Ureña (Venezuela) donde buscaron ayuda para tratar de salvarle la vida.

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El rotativo señaló que el grupo de amigos de la víctima pidió la ayuda de una mujer que conducía una camioneta, quien accedió a trasladar a la víctima al centro asistencial cercano, donde ingresó sin signos vitales.

“Trascendió que el tiroteo fue en las primeras horas de este lunes, al parecer por integrantes de un grupo irregular que en los últimos meses ha asesinado a no menos de unas 30 personas en la raya limítrofe con Colombia”, agregó el medio.

Este hecho se dio dos días después del hallazgo, por parte de las autoridades colombianos, de dos cadáveres en el río Táchira. El sábado, la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) ingresó a la trocha La Playita de La Parada, en Villa del Rosario, en donde encontró muertos a dos hombres que estaban sin documentos de identificación.

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Una de las víctimas tenía un tatuaje en el antebrazo izquierdo y otro, una flor en la misma mano. Además, vestía una short rojo, la camiseta de un equipo de fútbol y tenis blancos. Fue impactado por tiros en la cabeza.

El otro cadáver estaba boca abajo y con una venda en los ojos, llevaba franela negra, pantalón beis, zapatos negros y un disparo en la cabeza.