La esposa de Adonay Pérez Hernández recordó, mientras adelantaba las diligencias para reclamar el cadáver de su ser querido, cómo tuvo que presenciar el doble homicidio de los hermanos Adonay y José Agustín, ocurrido la tarde del miércoles.

El doble asesinato se produjo en la invasión Colombia 1, de la ciudadela Juan Atalaya, mientras los hermanos limpiaban el terreno alrededor de una casa de tabla y techo de zinc, en este sector de la ciudad.

Aunque la versión inicial de las autoridades indicó que las muertes obedecerían a un problema por invasión de lotes, la familia de los albañiles, oriundos de Ábrego (Norte de Santander), explicó que sus parientes habían sido contratados por 20 mil pesos para limpiar el terreno donde fueron asesinados.

“A ellos los contrató un señor que se llama Rodolfo; les dio 20 mil pesos para que limpiaran el lote”, dijo la mujer.

Según contó, los dos hombres estuvieron trabajando en el lugar durante la mañana y al mediodía se fueron a almorzar a su casa.

En la tarde la compañera sentimental de Adonay prefirió acompañarlos hasta la invasión mientras los hermanos terminaban de limpiar el terreno. (Lea además Luego de reclamarles por un terreno los mató en una invasión de Cúcuta)

“Cuando llegamos al lote, apareció un señor en una moto negra, con casco negro y chaleco, que les dijo que si ellos eran los que estaban limpiando el lote; luego, de repente, sacó el arma y empezó a disparar”, agregó.

En medio del ataque a bala, la mujer salió corriendo para evitar ser impactada por el pistolero.

Sin embargo, cuando se acercó a percatarse qué había ocurrido con sus familiares, los vio tendidos en el piso muertos y al agresor acompañado de otros hombres.

Según la testigo, las víctimas vivían en el barrio La Ermita, de Atalaya.

El comandante (e) de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel William Donato, aseguró el miércoles que se adelantan las investigaciones para identificar a quién pertenece el lote donde ocurrió el hecho de violencia.

Los familiares pidieron que se haga justicia para que no queden impunes las muertes de los hermanos Pérez.

Las autoridades investigan una amenaza que quedó escrita en la casa donde sucedió el doble homicidio.

La Opinión