“Según me dijeron, él venía para Cúcuta a entregarse y lo capturaron en la vía Maracay-Barquisimeto. Lo tienen en un lugar que se llama San Felipe”, reveló Julio Vélez Trillos, padre del exconcejal de Cúcuta Julio César Vélez González, señalado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como  autor intelectual del asesinato del diputado chavista Robert Serra.

Maduro informó ayer a la cadena Telesur que el exconcejal, quien se encontraba prófugo de la justicia colombiana en un juicio que se adelanta en su contra por la muerte de su esposa María Claudia Castaño Avendaño, sirvió como coordinador, preparador y financista del homicidio de Robert Serra, en octubre de 2014.

“Este autor intelectual, Julio Vélez, conocido como Julito Vélez, que ha sido protegido por el abogado Jaime Granados, quien es también el abogado y la sombra de Álvaro Uribe Vélez, ha sido capturado en horas de la madrugada y ya está en manos de la justicia venezolana tras las rejas”, declaró Maduro.

Según el padre del exconcejal, el martes hacia las 11:00 de la noche fue la última vez que tuvo comunicación con su hijo, quien llorando le confesó su preocupación por los señalamientos del presidente venezolano y sobre el “montaje político” que pretendían hacer en su contra. Luego colgó y no volvió a llamar hasta que se enteró de su captura.

Según su padre, Vélez González ni siquiera conoce personalmente al expresidente Álvaro Uribe Vélez y mucho menos es su mano derecha en Norte de Santander, como informaron medios venezolanos.

Por esa razón, añadió Vélez Trillos, su hijo habría decidido regresar hacia Cúcuta y emprendido el viaje por tierra en transporte público, puesto que no tenía carro particular.

El padre dijo desconocer el lugar de residencia de Vélez González en Venezuela, y que solo sabía que subsistía con una manutención y “había pensado regresar a la ciudad a arreglar las cosas”.

Maduro no precisó dónde se produjo la detención y solo indicó que las autoridades adelantan “operaciones complementarias de búsqueda y allanamiento” de propiedades de supuestos cómplices de Vélez, que incluirían un centro de operaciones en el este de Caracas.

El exconcejal era buscado con circular roja de Interpol desde 2012.

Casas de cambio

En este caso, el presidente  Maduro fue más allá al asegurar que Julio Vélez González cuenta con casas de cambio familiares en Cúcuta, donde se lava dinero.

Vélez Trillos rechazó la acusación presidencial, al asegurar que desde hace 40 años están dedicados al negocio de la  compra y venta de bolívares en la frontera, sin una sola investigación hasta el momento.

El padre agregó que aunque él nació en Medellín, su apellido Vélez nada tenía que ver con el expresidente Uribe Vélez, porque desde hace 50 años vive en la capital nortesantandereana y tanto su esposa como su hijo son cucuteños.

Manifestó que a ello hay que sumarle que tampoco hay relación por el hecho de que el abogado Jaime Granados defendiera a su hijo y fuera también apoderado de Uribe Vélez.

Por ello, anunció que en los próximos días se reunirá con un grupo de juristas en Bogotá y buscará el apoyo de la Presidencia de la República y de la Cancillería.

“Necesito que salgan a proteger la vida de un colombiano que ha sido señalado injustamente de un crimen que no cometió, sin ninguna clase de pruebas. Mi hijo no tiene antecedentes de ninguna clase, diferentes al proceso que enfrenta en Colombia. Esto es una pelea política entre Uribe y Maduro y están cometiendo una injusticia”, expresó Julio Vélez Trillos.

Por su parte, el abogado Jaime Granados en declaraciones radiales anotó que desde hace dos años no tiene contacto directo con Julio Vélez González (asistido por abogados de su firma), de quien dijo no acató sus recomendaciones y huyó de la justicia por la muerte de María Claudia, ocurrida el 17 de abril de 2010. Ver recuadro

Uribe se defiende

Maduro señaló que Vélez González estaba vinculado directamente al expresidente Álvaro Uribe Vélez, pero no presentó pruebas.

Al rechazar lo dicho por el presidente venezolano, Uribe escribió en Twitter que “cada infamia del chavismo me estimula a apoyar la lucha democrática contra esa dictadura”.

La Fiscalía de Venezuela anunció que imputó el pasado martes a Leiver Padilla, presunto autor material del asesinato de Robert Serra y su asistente, María Herrera, por los delitos de homicidio, robo y asociación para delinquir.

Padilla, un ciudadano colombo-venezolano, ha negado haber cometido esos delitos. El detenido, conocido como ‘El Colombia’, fue capturado por las autoridades colombianas en noviembre en Cartagena y extraditado a Venezuela el 30 de mayo.

Por el asesinato de Serra las autoridades venezolanas han detenido a 10 personas, entre ellas a Edwin Torres Camacho, conocido como El Poli, el jefe de escoltas del diputado, quien habría participado del crimen tras ser sobornado.

Serra, abogado y exlíder estudiantil que fue la contraparte de las protestas de estudiantes alineados con la oposición en 2007, fue electo diputado en los comicios de 2010, cargo que asumió meses más tarde a sus 23 años, convirtiéndose entonces en el miembro más joven de la Asamblea Nacional.

Avanza el juicio

Lorena Leal Castaño, prima de la fallecida María Claudia Castaño Avendaño, reveló recientemente en el juicio que se sigue contra el exconcejal de Cúcuta, Julio César Vélez González, las inconsistencias en que él incurrió cuando ella le pidió explicaciones por la muerte de su familiar y quien era su esposa.

Lorena expuso que al interrogar a Vélez en la funeraria sobre lo ocurrido aquella tarde del 16 de abril de 2010, él le afirmó que habían tenido una discusión por “bobadas”, en la que ella lo amenazó con matarse y que cuando bajaba por las escaleras desde el cuarto piso de la casa, escuchó el disparo.

Sin embargo, según Leal, le resultó extraño y contradictorio que después le expresara que María Claudia había tomado el arma de la caja fuerte, se la había puesto en la cabeza y había empezado a mover el gatillo para después dispararse en su presencia.  

“Entonces le pregunté: ¿Acaso no había dicho que estaba bajando las escaleras cuando escuchó el disparo? Enseguida se descompuso y tuve que traerle un vaso de agua”, señaló la prima de María Claudia sobre aquella breve conversación.

Su testimonio fue escuchado en el Juzgado Segundo Penal, donde transcurrió la audiencia  programada por tres días, en la que la Fiscalía presentó varios de sus testigos, entre ellos, a Claudia Patricia Avendaño y Héctor Castaño, padres de María Claudia.

El organismo investigador busca desvirtuar, con los testimonios de familiares y amigos, que la joven, de 20 años, tuviera una conducta suicida y que, por el contrario, se trató de un homicidio antecedido de malos tratos y violencia física y verbal de parte de su compañero, con quien se casó el 12 de diciembre de 2009.

Algo grave

Leal aseguró ante el estrado que en marzo de 2010 se reunió a almorzar con su prima, quien con escasos días de casada le manifestó que el matrimonio “no era lo que ella esperaba” y que Julio Vélez la ultrajaba, humillaba, agredía físicamente y le decía que era una bruta.

Le confesó -además- que en una pelea el exconcejal arrojó los anillos de bodas a la taza del baño y cada vez que sus amigos iban a visitarlo a la casa debía permanecer en la habitación porque trataban temas que  no eran de su interés.

“Hablábamos por teléfono a escondidas porque a él no le gustaba. El 9 de abril me envió un mensaje diciéndome que estaba pasando algo grave, le respondí que el 21 estaría en Cúcuta y que no se preocupara… Sin embargo, esa fecha no llegó”, declaró Lorena.

Aún faltan los testimonios de la defensa.