Solo las cámaras de seguridad en los alrededores de la vecindad donde residía Carlos Alberto Mendoza Zambrano podrán arrojar alguna pista sobre la persona que acabó con su vida.

Un fétido olor que provenía de la habitación que ocupaba Mendoza Zambrano alertó, el sábado en la tarde, a los demás residentes que enseguida empezaron a indagar preocupados y dieron aviso al dueño de la vecindad, ubicada en la calle 6 con avenida 6 del barrio La Victoria.

“A las 4:00 de la tarde empezó el olor fuerte y las vecinas pensaban que podría ser un animal descompuesto. Cuando llegué en la noche fueron a buscarme y entonces puse una escalera y observé por unos huecos que están en la pared de la habitación (…)”, señaló el hijo del propietario.

Sin embargo, a través de los huecos no lograron ver nada, pero por ellos emanaba el olor aún más concentrado, así que decidieron entrar. 

“En ese momento llegó un amigo de Carlos Alberto, que fue quien lo trajo a él acá (vecindad) y entonces decidimos romper el candado. Cuando miramos, el hombre estaba sobre la colchoneta. Tenía una almohada y tendidos sobre la cara. Estaba sin camisa”, agregó.

Mendoza Zambrano, de 40 años, fue hallado con una herida abierta en la parte derecha del cuello. El cadáver estaba sobre una colchoneta y al lado, un vaso con agua.

En el interior guardaba un carro de perros calientes, con el cual trabajaba en el sector de El Tierrero de la terminal de transportes y en el mismo barrio.

Los expertos judiciales iniciaron las investigaciones de rigor intentando recabar huellas dactilares y otros elementos que les sirvan para formarse una hipótesis del hecho e identificar al responsable de este crimen.

Así mismo, revisaron los videos de las cámaras electrónicas instaladas tanto en la entrada al vecindario como en el punto donde él tenía su puesto de comidas rápidas,  en la calle 5 con avenida 7 del mismo sector. 

En el interior de la habitación guardaba un carro de perros calientes, con el cual se ganaba el sustento diario.

No lo volvieron a ver 

El jueves en la noche, fue la última vez que los vecinos vieron con vida a la víctima, luego de que saliera de la vecindad.

“Él llegaba en la madrugada y por eso nadie se dio cuenta cuando entró. El sábado cuando me levanté, vi la habitación cerrada y se me hizo extraño porque él siempre dormía con las ventanas abiertas”, señaló un vecino, quien agregó que la víctima llegó hace un mes a la vecindad, acompañado de un hijo, de 16 años, quien a la semana lo dejó solo.

El domingo eran esperados los familiares de Carlos Alberto en las instalaciones de Medicina Legal para el pleno reconocimiento y entregarles el cuerpo para su sepultura.

 “Él contó que era de Barquisimeto, estado Lara (Venezuela) y que tenía 5 hijos. Solamente venía a verlo una hermana”, agregó un residente. 

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¿Un robo? 

Testigos le informaron a las autoridades que en los últimos días Mendoza  fue visto con un ciudadano conocido como el Guajiro, quien al parecer le colaboraba en la venta, sin más datos.

Los investigadores no descartan que se pudiera tratar de un robo porque encontraron todas las cosas de la casa revolcadas. 

Trascendió que la víctima había recibido un dinero por encomienda para comprar la medicina para una hija y que el teléfono celular también había desaparecido. Sin embargo, esa información no fue confirmada por las autoridades.