Chinácota despidió para siempre, la tarde de este martes, a uno de sus hijos: el intendente Manuel Guillermo Galvis Contreras, uno de los dos policías que murieron en el atentado terrorista ocurrido el sábado contra la estación de la institución, en el corregimiento Buenavista de Santa Rosa, sur de Bolívar.

Las honras fúnebres del uniformado se cumplieron en la iglesia San Juan Bautista de este municipio, con una masiva participación de la comunidad, autoridades locales y el Departamento de Policía Norte de Santander (Denor); este último rindió un homenaje póstumo al “héroe de la patria”, quien falleció en el cumplimiento de su deber a los 38 años.

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‘Guille’ o ‘Manuelito’, como le decían, se encontraba de guardia el día en el que fue hostigada la sede policial con una bomba. El ataque, ocurrido pasado a las 11: 50 de la noche, al parecer fue perpetrado por el Ejército de Liberación Nacional (Eln), grupo que además hizo varias ráfagas de disparos durante 25 minutos.

Manuel Guillermo Galvis tenía cuatro hijos, todos menores de edad, con quienes no perdía el contacto, a pesar de la distancia. En Buenavista le quedaban dos meses de labores aproximadamente de los seis que tenía que cumplir. 

“Él sabía que estaba en una zona de alto riesgo y temía por su vida”, expresó Martha Contreras, tía del uniformado, tras conocer su muerte.

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Galvis esperaba que después fuera trasladado a Norte de Santander, especialmente a Chinácota. Junto a él falleció el patrullero Ferney Alexander Posada. Mientras que el patrullero José Rosenver Rivas Mosquera resultó herido por la caída de los muros.