Duermen sin la mínima posibilidad de moverse, los que colgaron del techo a las rejas sus cobijas, como hamacas, se salvaron de dormir parados; mientras que a quienes les tocó un lugar en el piso de las celdas, el calor los atormenta; por último, los ubicados cerca del baño y la ducha, encuentran en los malos olores su martirio.

Son reclusos; 244 presos en total, de los cuales 13 son mujeres que llevan más de 36 horas en las estaciones de Policía de la Metropolitana de Cúcuta. (Cifras hasta el 15 de enero).

Todos están expuestos a ser presas de la proliferación de infecciones que ponen en riesgo su salud.

Durante octubre, noviembre y hasta el 11 de diciembre, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Cúcuta no recibió un solo preso en las instalaciones de la cárcel. El argumento: entraron en Plan Reglamento.

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Fue hasta el 12 de diciembre que decidieron recibirlos paulatinamente. Para ese entonces, 308 detenidos permanecían con la Policía. Un mes después, no han logrado bajar la cifra a menos de 200.

“Queremos que el Inpec nos solucione. Acá no podemos tener derecho a visita conyugal, estamos en precarias condiciones y a eso se suma la baja calidad de la comida que recibimos del Inpec”, dijo un recluso desde la celda de la Estación Centro, donde más se viven situaciones críticas, seguida del CAI de Kennedy y en CAI Aeropuerto.

Solo en la sala de retenidos de la Estación Centro, en diciembre había 45 hombres donde deberían estar 8. Actualmente hay 37 hombres. Uno ya fue condenado, 2 tienen domiciliaria y 34 están sindicados.

Las 13 estaciones de Policía de la Metropolitana de Cúcuta que tienen detenidos, cuentan con una capacidad permitida de 118, es decir, el hacinamiento está en un 206%.

Las quejas

En el CAI Kennedy los capturados están guindados unos sobre otros. En el CAI Guaimaral las mujeres solo piden que el Inpec abra las puertas y en la Estación Trigal del Norte, se quejan de que la visita familiar solo dura 20 minutos.

“En las noches todo es peor. Independientemente de los errores que hayamos cometido, lo que pedimos es que nos envíen a donde debemos estar, porque en la cárcel estaremos un poco mejor. Al menos podremos trabajar, estudiar, asistir a talleres y, lo más importante, descontando tiempo de nuestra pena”, dijo un preso.

El coronel José Luis Palomino López aseguró que desde el 12 de diciembre y gracias a la intervención de la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo, lograron un acercamiento en el que se acordó nuevamente recibir reclusos.

“Estas recepciones paulatinas, infortunadamente, no son de mayor volumen porque nuestro actuar diario tiene un promedio de 10 capturas y la recepción es de 15 máximo; sin embargo, ahí entran capturados de la Policía del Departamento y del Ejército”, agregó el coronel.

Y añadió: “las estaciones de Policía no son sitios adecuados para tener capturados, deben estar es en centros carcelarios, donde están dispuestos los elementos de tiempo, modo y lugar para no que no se fuguen, porque hay que decirlo, infortunadamente en 2019 se nos presentaron 16 fugas que lo que hacen es generar problemas a los custodios, porque son a ellos a quienes se les abre una investigación disciplinaria y penal por estar a cargo”.

Desgaste institucional

El coronel Palomino aseguró que la Policía tiene en cada estación 3 policías custodios que suman un total de 36 por turno, que no están cuidando a los cucuteños sino a presos.

La Opinión conoció que los uniformados han tenido que lidiar con algunas asonadas que se han presentado cada que llega un recluso nuevo y los antiguos se niegan a recibirlo.

En casos de enfermedad, un cuadrante de Policía debe disponerse para atenderlo, y de ser necesario, trasladarlo con máxima seguridad a un centro médico.

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