Sobre las 4:00 de la tarde se abrieron las puertas para el ingreso de hinchas al estadio Nemesio Camacho El Campín, para la gran final de la Copa Sudamericana entre Santa Fe y Huracán de Argentina, catalogado como el partido más importante en la historia de los cardenales.

Poco a poco se ha ido acercando la hinchada roja, con optimismo, más no confiados por el empate conseguido como visitante, resultado que da un panorama alentador, pues una victoria por cualquier marcador le dará a los albirojos el primer título internacional.

Pero el gran negocio lo han hechos los famosos “revendedores”, que están pidiendo hasta el doble del valor de la boletas para el juego que iniciará a partir de las 7:00 de la noche en Bogotá.

"Para esta final la logística del equipo para conseguir las boletas estuvo mucho mejor, los revendedores tuvieron menores posibilidades de acaparar boletas. Queda como lección abonarse para próximas temporadas, para poder tener prioridad, y precios más económicos para compromisos como estos", dijo Gabriel Chaves, otro de los muchos hinchas que soportaron horas de fila para poder estar presente en la final.

Y es que los dirigidos por Gerardo Pelusso tienen la obligación de conseguir el título, pues ya perdieron la final de la Copa Colombia y quedaron eliminados en octavos de final de la Liga Águila, a manos del mismo rival, el Junior de Barranquilla, y de no lograr su consagración continental el semestre del expreso rojo podría ser catalogado como un fracaso.

Pero la idea de una derrota no pasa por la cabeza de los fanáticos capitalinos, que desde muy temprano llegaron a la cancha, en su mayoría a las tribunas que no son numeradas, con el objetivo de conseguir la mejor ubicación para ver a su equipo dar la vuelta olímpica.

"Si el equipo juega con seriedad y ganas, no deberíamos tener problemas para salir campeones, pero como en el fútbol y más en las finales todo puede pasar, los jugadores no deben salir confiados y tratar de llevarse a Huracán de frente aprovechando la altura", comentó Mauricio Albañil, hincha santafereño y abonado del club desde hace 2 años.

Serán cerca de 40 mil los aficionados cardenales que colmaran las gradas del estadio, esperando ser el jugador número 12 y ese plus para que el conjunto bogotano salga airoso en la final.

Aunque en el coloso de la 57 también hay espacio para la hinchada visitante, fue habilitada una pequeña sección para cerca de 200 personas en la tribuna de occidental general, para los seguidores del Globo, que quieren dar la sorpresa en Bogotá, y silenciar a los colombianos.

Con la boletería agotada, solo resta esperar a que ruede la pelota a las 7 de la noche, cuando comenzará a escribirse lo que pueden ser las páginas más gloriosas para Independiente Santa Fe o para que todo el semestre se convierta en una pesadilla y Huracán ponga en su escudo el primer título internacional en 107 años de existencia.

*Bogotá | Colprensa