Este lunes se cumplen 60 días después del cierre de la frontera con Venezuela, por orden del gobierno de Nicolás Maduro. La crisis humanitaria y económica desatada “por la irracional decisión también trajo cosas buenas” para Cúcuta.

Así lo indicó el alcalde Donamaris Ramírez, quien expresó que el municipio “resiste y se proyecta como una ciudad de oportunidades”. Agregó que miles de colombianos que habían abandonado sus hogares por razones económicas o por la violencia, a través de las instituciones colombianas, pudieron sentir el abrazo solidario de sus compatriotas tras el regreso forzado del vecino país.

“Nuestra gestión ante el Gobierno nacional ha permitido romper la dependencia del combustible venezolano y poco a poco, con el envío del hidrocarburo subsidiado a las estaciones de servicio, la capital de Norte de Santander ha normalizado el suministro”.

Para Ramírez, esta situación ha permitido el desarrollo de dos facetas de la ciudad: una que corresponde a la Cúcuta emprendedora, la que se vende en el país y atrae inversionistas nacionales y extranjeros que generen soluciones sostenibles para los cucuteños y los deportados; otra, la Cúcuta violada en sus derechos humanos, la de los deportados, el desplazamiento forzado, el dolor, pero también la que recibe apoyo de las autoridades.

El mandatario local recordó que las medidas especiales como la eliminación del IVA han ayudado a paliar la crisis. También resaltó sus demandas contra Maduro en los organismos internacionales por la violación de los DDHH de los repatriados

“El cambio más drástico que ha dejado la crisis se ha producido en la mentalidad de los cucuteños, los empresarios saben ahora que los límites van mucho más allá y por eso el 19 de noviembre se efectuará un gran evento que pretende vender a Cúcuta como una ciudad de oportunidades y dejar su huella en el país y otras naciones”, concluyó.