Caminar un kilómetro desde La Parada hasta el río Táchira y de allí 500 metros más hasta la invasión Mi Pequeña Barinas, en San Antonio, bajo un sol ardiente y en medio una lucha contra la corriente, ha sido el suplicio de centenares de familias colombianas que cargan en sus hombros los enseres adquiridos en más de 10 años.
El sector con calles de tierra y muchos ranchos, que estaba conformado por unas 900 familias de ambos países, debe desaparecer por orden del gobierno de Nicolás Maduro. Casi 300 policías ayudan a los afectados por la medida de desalojo, tras los operativos de los cuerpos de seguridad del vecino país, las deportaciones y el cierre de la frontera.
Defensa Civil, Cruz Roja, Organización Internacional para las Migraciones y el Consejo Noruego para Refugiados también están desplegados en la zona.
Redacción Laopinion.com.co