De 13 a 30 botellas de licor de cada 100 que se consumen en el país no pagan impuestos, o no tienen los registros sanitarios en regla. Esto, porque entre 12% y 29% del mercado de licores sería ilegal. Los porcentajes equivalen a un recaudo perdido por impuestos al consumo de entre $152.000 millones y $370.000 millones cada año, causado por actividades como contrabando, adulteración, elusión y evasión.

De acuerdo con el último estudio de EConcept, patrocinado por  la Asociación Colombiana de Importadores de Vinos y Licores (Acodil), las condiciones normativas y regulatorias actuales de la industria son anticuadas y propician que el mercado esté gobernado por la ilegalidad y se presenten cifras como las mencionadas.

El estudio también encontró que el consumo legal de bebidas alcohólicas en Colombia es bajo, dadas sus características socioeconómicas principales. De esta manera, se explica que en promedio, entre 1990 y 2010 la población colombiana mayor de 15 años consumió 5,33 litros de alcohol puro (legal), en comparación a 6,02 litros que fue el promedio mundial. Esto señala la presencia de un mercado ilegal significativo, valorado en aproximadamente US$1.040 millones.

De acuerdo con Luis Guillermo Vélez, presidente Acodil, “los departamentos están aplicando erróneamente el monopolio rentístico definido en la Constitución. De tal forma que hoy 13 licoreras departamentales están quebradas y cinco que sobreviven están con números en rojo”.  

El director de EConcept, Mauricio Santamaría, explicó que desde mediados de la década pasada el desempeño financiero de las licoreras departamentales se ha venido deteriorando, en buena medida producto del alcohol ilegal y la mala administración de dichas firmas.  

“Los ingresos por el mercado de licores y cervezas para departamentos con licorera representan 14% de los ingresos totales departamentales. Excluyendo los ingresos tributarios (impuesto al consumo e IVA), este porcentaje se reduce a 4,7%. En tanto, el ejercicio del monopolio de licores no es una fuente relevante de ingreso para los departamentos en general”, aseguró Santamaría.

El estudio reveló que ni los ingresos directos que provienen de las licoreras ($1,2 billones por utilidades e impuestos), ni la participación en el monopolio de licores ($95.000 millones), alcanzan a compensar las pérdidas totales por la ilegalidad que son cercanas a los $2 billones.

Santamaría agregó que es muy preocupante que los monopolios carezcan de regulación y que no haya un marco preciso para entidades que tienen intereses particulares en el mercado, es decir, los departamentos.

Bogotá | Colprensa