Coronar el Tour de Francia nunca es una cuestión de dinero. Quedar en la historia de carrera que tiene más de 116 años y que ha consagrado a algunos de los deportistas más grandes del mundo es una gloria que ni todo el dinero del mundo puede comprar. Pero tener a los mejores, en las condiciones de entrenamiento más óptimas, con tecnología de punta y el personal humano más especializado, cuesta.

Los equipos de ciclismo gastan millones en sus corredores. 

La bolsa de premios que reparte suma más de 1 millón de euros. Egan Bernal, será el más beneficiado. Como gran campeón tiene derecho a 500.000 euros, poco más de 1.500 millones de pesos colombianos. El segundo, a su derecha, se embolsará 200.000 euros y el tercero 100.000.

Pero los premios no se remiten solo a la general. Los ganadores por etapa también tienen derecho a una remuneración económica. El Tour premia con 11 mil euros al ganador, con 5.500 al segundo y con 2.800 al tercero. Incluso, el ciclista que llegue en el quinto lugar se embolsa 800 euros. Cada fracción entrega en premios poco más de 28 mil euros.

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Los otros títulos, como el de montaña, la clasificación por puntos, mejor escalador o clasificación por equipos, entregan premios entre los 20 y los 60 mil euros. El mejor joven, un reconocimiento que también ganó Egan Bernal en esta edición, le hace merecedor, además del premio de máximo campeón, a otros 20 mil euros.

Aunque los premios se entregan a un ciclista (excepto el reconocimiento a mejor equipo), en las escuadras se suelen repartir el dinero entre todos los integrantes. El ciclismo es un trabajo en equipo; Egan Bernal no habría podido ser campeón sin el Ineos jugado por él. Por lo tanto, seguramente recibirá una fracción del dinero que le será adjudicado.