Los primeros libros que Alberto Salcedo Ramos leyó no fueron impresos, sino orales, escritos en las páginas del viento. Afirma que de pequeño tenía una fascinación con contar y le encantaba fisgonear las conversaciones de los adultos en los espacios públicos.

Las historias que oía le encantaban y así nutrió la imaginación. Alberto Salcedo, nació en Barranquilla el 21 de mayo de 1963 y a los 4 años se fue a vivir a San Estanislao, un pueblo al norte de Bolívar donde fue criado por los abuelos maternos. 

Para él, en la costa hay una gran atmósfera de oralidad y la gente suele escapar al calor que hay en las casas saliendo a las terrazas y a las calles, donde socializa con los vecinos y la gente que pasa. Ahí, surgen historias y la mejor manera de estar en un espacio público es contando.

Así se formó quien hoy es considerado en Colombia uno de los mejores cronistas, referente para estudiantes de periodismo y para todo aquel que quiera viajar por el mundo de la crónica.

En agosto, Alberto estará en Norte de Santander dictando talleres como parte del I Concurso Departamental de Crónica y en diálogo con La Opinión habló de las expectativas que trae a la frontera y de su vida.

¿En qué momento descubrió que lo suyo era la escritura?

Fue algo que se fue dando paulatinamente, no de golpe en un momento iluminado. Se dio en la medida en que notaba que cuando contaba historias era feliz. Ninguna otra actividad a lo largo de la vida me ha dado tantas alegrías como el hecho de escribir.

¿Por qué ser reportero es el servicio militar obligatorio del periodista?

Nadie puede ser general de tres soles si antes no ha sido soldado. Si se quiere ser un periodista serio y admirado en el trabajo, hay que partir de la convicción de que se necesita interactuar rigurosamente con la realidad. La mejor manera de ser reportero es ensuciándose los zapatos de polvo, yendo a la calle, consultando todas las voces que sean necesarias. Así se hace un periodismo con pluralidad de voces y se da una búsqueda exhaustiva de los fenómenos sociales de los cuales nos ocupamos. 

¿Qué expectativas traerá a Cúcuta y con qué se encontrarán los asistentes?

La expectativa es tener un grupo motivado, interesado en lo que vamos a compartir y que el taller sea una puerta de entrada a un nuevo mundo donde se imponga la curiosidad, la pasión y el respeto por el oficio. Que quede claro que el estudio, actualizarse y formarse no es algo que se agote en las aulas universitarias, el periodista debe ser estudioso y procurar en su ejercicio profesional tener un vínculo indisoluble con la academia.

¿Cómo define la crónica?

Es un género periodístico que combina narración con interpretación. Sirve para humanizar los acontecimientos y hacerlos más cercanos al lector.

¿Qué le aporta a Norte de Santander un concurso de crónica?

Es un suceso importante y una oportunidad para encontrar nuevos talentos y para que a través de ejercicios se puedan narrar historias que hagan memoria sobre la región.

¿Crónica es sinónimo de escribir en primera persona?

No, es sinónimo de contar la realidad con gracia, con encanto y contribuir a que eso ayude a entender mejor lo que sucede.

Actualidad nacional

El proceso de paz fue otro de los temas de los que habló Alberto Salcedo Ramos, del cual es partidario y manifestó que apoyarlo no es estar de parte del presidente Juan Manuel Santos o de las Farc; sino de un mejor futuro para Colombia.

“El hecho de que al hospital militar no lleguen montones de heridos en combate es una ganancia para el país. De modo que con ese criterio he sido partidario”.

De las elecciones presidenciales de 2018, prefirió guardar silencio, pero de lo que sí habló fue del ciclismo colombiano, de moda por el Tour de Francia. 

“Es un deporte que nos ha hecho sentir orgullosos y con exponentes magníficos que nos han llenado de alegría”.

Concurso de crónica

La Gobernación de Norte de Santander, la editorial Planeta y el diario La Opinión, se unieron para convocar al I Concurso Departamental de Crónica ‘Un Norte para contar’.

En el concurso pueden participar todas las personas interesadas en la escritura, con crónicas inéditas. Las categorías son: una para estudiantes de los grados 10 y 11 de bachillerato, otra para universitarios y la restante para público en general. En las dos primeras al momento de postularse debe indicarse el nombre de la institución y en caso de ser seleccionados hay que presentar una constancia de estudio.

Los participantes solo podrán presentar un trabajo por persona. Los ganadores en cada categoría recibirán un premio de $3 millones y se escogerán las 15 mejores crónicas para publicar un libro con el respaldo de la editorial Planeta, permitiendo así que el talento regional sea conocido en todo el país.

Los temas para participar son: Frontera (relatos cuyo contexto sean las fronteras entre Colombia y Venezuela o problemáticas que incidan en la vida regional). Catatumbo (historias alusivas a esta zona en las que se retrate la diversidad y el desarrollo). Paz (Historias de paz en la región y de transformación social tras el fin de la guerra con las Farc).

Las bases completas pueden consultarse desde el 25 de julio en las páginas web de las entidades que organizan el concurso.