La lectura es mejor por gusto que por imposición. Bajo ese postulado son formados 81 bibliotecarios del departamento esta semana en Cúcuta, como parte de una alianza entre la Biblioteca Nacional y el Ministerio de Cultura.

“Desde hace cinco años se viene implementando en 31 de los 32 departamentos el proyecto Biblioteca-escuela. El equipo académico del programa se desplazó a Cúcuta y el trabajo ha sido enriquecedor”, dijo Liza Viviana Pulecio, coordinadora de la iniciativa.

El programa, en esencia, busca crear alianzas entre la comunidad escolar y las bibliotecas, creando espacios para que los niños puedan acceder a estos recintos  y de forma lúdica enamorarse de la lectura.

“Lo que queremos es que los bibliotecarios entiendan la importancia de promover la lectura a partir de estrategias novedosas, en donde lo que importa es el gusto de niños y jóvenes. La práctica no debe ser impositiva y no solo puede ser la que se asigna para el desarrollo de tareas”, dijo Pulecio.

Durante la semana los asistentes han participado en diferentes actividades que han estimulado la creatividad. Además, fueron divididos en dos grupos, uno de los bibliotecarios de escuelas y colegios y otro de los bibliotecarios públicos.

“A pesar de que tienen las mismas metas, el trabajo es distinto de acuerdo con el contexto en que se mueven. Por ejemplo, una de las preocupaciones de los escolares es que a la par del trabajo en la biblioteca les asignan más funciones y las jornadas terminan siendo extenuantes”, dijo Pulecio.

De acuerdo con la coordinadora en el seminario se ha leído bastante, en sesiones grupales e individuales, que se complementan con ejercicios de comprensión lectora e intercambio de saberes.

Uno de los momentos que más disfrutaron los bibliotecarios fue interactuar con los libros de la Bibliorueda. Como niños,  pasaron páginas y divagaron por el mágico mundo de las imágenes y las palabras.

Doris de la Cruz Peña, bibliotecaria del colegio Normal Superior de Pamplona desde hace 16 años, manifestó que la oportunidad que se les está dando es valiosísima, por tanto refrescan los conocimientos y conocen experiencias que pueden promover.

“Si logramos promover la lectura de forma efectiva en los niños, seguramente tendremos adultos que disfrutan la práctica, que se les facilita la comunicación con otras personas y gozan de bagaje cultural”.