Tras 25 años de funcionamiento de la avenida conocida como vía del Tennis Golf Club, las mejoras que debe recibir aún están en veremos según residentes de la zona.

Los esfuerzos de pedirle a la Alcaldía las obras de mantenimiento, por la importancia estratégica de la vía, quedaron en promesas, pese a la importancia del eje vial que lleva vehículos hacia el interior del país y la frontera. 

En noviembre de 2017, los propietarios de los predios ubicados en este corredor radicaron un derecho de petición ante la Alcaldía, fundamentado en el deterioro estructural de la vía que conecta las redomas San Mateo, García-Herreros y Virgilio Barco.

En la respuesta que la Secretaria de infraestructura dio en febrero de 2018, se indicó que la gestión de los recursos para las obras estaba en proceso y que una vez obtenidos, el proyecto se ejecutaría.

Sin embargo, tras 21 meses, los vecinos aseguran que no se han tomado medidas técnicas y que aunque pagan prediales por casi 40 mil millones de pesos, estos no se ven no se ven retribuidos. 

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Según expertos, el pavimento registra todas las categorías de daños posibles: fisuras, deformaciones, desintegraciones, lo que hace que la velocidad de operación vehicular sea reducida y riesgosa. 

A pesar de que el secretario de Infraestructura, Yonny Contreras dijo que el alcalde César Rojas priorizó esta vía y que este tramo estaba contemplado en el contrato de bacheo, parcheo y rehabilitación por $30 mil millones, al revisarlo se encontró que el tramo no está incluido. 

Así mismo, residentes de los conjuntos manifestaron indignación al conocer que el representante legal del consorcio que obtuvo el contrato, Pedro Antonio Silva Ruiz, fue investigado en el 2017 por la Contraloría Municipal por incidencias fiscales y penales en el desarrollo de un proyecto vial entre la Alcaldía y la empresa Trituradora La Roca, entidad que representaba Silva para ese entonces.

*Por Geraldine León
Practicante de periodismo