A la intemperie se encontraba durmiendo en El Escobal un centenar de integrantes de la comunidad indígena Yukpa, proveniente de la Serranía de Perijá, Venezuela. Estos extranjeros llegaron hace unas semanas y se dedicaban a vender sus artesanías.

Este jueves, la Alcaldía de Cúcuta, con apoyo de la Policía de Infancia y Adolescencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Cruz Roja, coordinó el regreso de estos aborígenes a su país y así evitar que deambulen por las calles y pongan en riesgo a los menores que están con ellos.

Oscar Gerardino, secretario de Gobierno de Cúcuta, informó que les ofrecieron el transporte para su “retorno digno”, el cual ellos aceptaron y de esta manera partieron en tres unidades desde el puente internacional Francisco de Paula Santander hasta Puerto Santander, en donde las autoridades venezolanas los recibirán.

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“Fueron 35 adultos y más de 70 niños, a quienes se les dio el traslado, así como ayudas alimentarias. Hace dos meses se desarrolló esta misma labor con otras personas de este misma comunidad indígena que habían llegado a la ciudad”.

Agregó que “se les dio un dinero para que pudieran llegar hasta Machiques, lugar donde habitan. Además, les dimos ayuda alimentaria”.

De parte del Gobierno local existía mucha preocupación por la integridad de esos migrantes, principalmente por los niños, pues se estaban quedando en una cancha. Aunado a ello, los vecinos habían manifestado su malestar por su presencia en el escenario deportivo, en donde también hacían sus necesidades fisiológicas.

José Ignacio Valbuena, integrante de la etnia, contó que son 35 familias que están en la ciudad desde hace casi un año. “Estamos viviendo debajo del puente. A nosotros no nos ayuda nadie, y traemos el pollo de allá (de Venezuela) lo pasamos y la Policía nos lo quita. Eso es el mercado de los niños”.

Remigio Segundo Romero, vocero de la etnia, explicó que hace semana se reunieron con las autoridades colombianas, pero nos están engañando. Ahora llegaron y nos están desalojando, y no estamos de acuerdo con eso”.

La vez pasada, fueron 70 los miembros de los Yukpa devueltos por las autoridades en septiembre. La crisis económica, política y social que vive la nación vecina ha hecho que muchos de sus habitantes, incluidos colombianos residenciados desde hace años, busquen mejores oportunidades en territorio colombiano, para mejorar su calidad de vida.