La reciente encuesta Pulso País Colombia no dejó una muy buena percepción entre los cucuteños sobre el rumbo que está llevando la ciudad. Un 86 por ciento de los encuestados en la capital nortesantandereana dijo que va por mal camino, contra apenas 6% que opinó que por buen camino. La misma impresión quedó de la pregunta de si aprueba o desaprueba la manera en que el alcalde César Rojas está manejando la seguridad. Lo desaprueba el 86%, contra 0 % que lo aprueba.

La Opinión les hizo dos preguntas a ciudadanos que consultó en la calle: 1. Si la ciudad va por buen o mal camino, y por qué. 2. A su juicio, cuál es la fórmula para mejorar la seguridad de la ciudad; y esto nos respondieron:

Fabricio González, tecnólogo en radiología

El panorama de Cúcuta es bastante preocupante, desearía decir que va por buen camino, pero la realidad es otra. El gobierno municipal lamentablemente no ha sido asertivo en políticas de educación, cohesión social y seguridad ciudadana. En materia de educación, la fusión de colegios y el despojo de  instalaciones como las del Salesiano técnico rayan en el desmejoramiento de la calidad de la educación de los estudiantes pobres. No menos preocupante es la alta tasa de desempleo, en una ciudad sin políticas públicas de generación de empresas y oportunidades laborales. 

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Mi propuesta es que se fortalezca el pie de fuerza de Policía y Ejército, asimismo, una alta inversión en inteligencia técnica, robusteciendo el sistema de cámaras de vigilancia y también las redes de cooperantes. El estado solo no es capaz de hacer la tarea de derrotar el crimen.

Sebastián Bermúdez, estudiante de Derecho

Vamos por el camino equivocado. Cúcuta se ha visto afectada desde hace muchos años por la falta de compromiso de los gobernantes y el poco sentido de pertenencia que tenemos los cucuteños por la ciudad. A pesar de esto, no actuamos y dejamos que el vacío existente cada vez sea más profundo, me refiero a la corrupción, la falta de educación y de oportunidades; nos volvimos dependientes de nuestro vecino Venezuela y aún no encontramos solución alguna para prosperar y evolucionar.

La policía no ha tenido la capacidad de poner fin a todos los fenómenos de violencia que afectan la ciudad. Tanta delincuencia ha generado inseguridad en las personas, que hasta miedo sienten de salir a la calle. Propongo que la policía vigile la ciudad a pie, no a bordo del confort del aire acondicionado de los carros.

María Alejandra Parral, estudiante Universidad Libre

Vamos por mal camino. Esto es porque se ha perdido el sentido de pertenencia en nuestra ciudad, y ello va encabezado hasta por nuestros propios gobernantes. De repente es más importante apoyar cualquier otra cosa que algún proyecto que direccione a la ciudad a un desarrollo económico, social, cultural y educativo. Los jóvenes tenemos mucho que aportar, solo pedimos que los espacios y la participación sean reales.

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Considero necesarios requerimientos rigurosos de documentación en la zona de frontera;  también en lugares céntricos de la ciudad, donde se encuentran presentes situaciones de indigencia, que de cierto modo pueden representar inseguridad. La policía debe vigilar las zonas más deprimidas de la ciudad.

Alfonso Parra, edil de Cúcuta

Vamos por buen camino porque la crisis ha hecho que nuestros dirigentes y la misma gente empecemos a mirar estrategias y otros pensamientos de desarrollo. Y ahora sí existe papá gobierno y se está logrando la inversión y atención a nuestra región, que por descuido no se había gestionado.

Para mejorar la seguridad siempre hemos mantenido un diálogo con los entes competentes en cuanto a la preocupación de exigir más herramientas, personal y control.

Neida Quintero, ama de casa 

Aunque Cúcuta ha mejorado, vamos regular. 

La policía debe tener más contacto con la comunidad, vigilar más, pero no por una hora ni para presentar un resultado, sino de manera permanente. 

Daniel Suárez Mateus, trabajador independiente

Cúcuta anda mal. Se deben rediseñar las políticas de empleo, de generación de fuerza de trabajo, educación y en lo social.

La seguridad no llega con el incremento de la fuerza pública. El gobierno debe abrir oportunidades de empleo y apostarle más a la cultura ciudadana, de respeto a los derechos humanos, de pertenencia con la misma ciudad. Esto es con políticas públicas, no con bolillo.
 
Sifredy Anaya, sindicalista

Cúcuta va por mal camino. Estamos en primer lugar en desempleo y en informalidad. Además, tenemos un gran problema social con tanto venezolano que está arribando a la ciudad.

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Se debe incrementar el  pie de fuerza. Crear frentes de seguridad en todos los barrios, apoyados de las juntas de acción comunal y que se reactiven las campañas ciudadanas por las redes sociales.

Luis Trujillo, docente universitario

Considero que el camino es consecuencia de todo lo que hemos vivido en los últimos 50 años. Es necesario que se generen procesos de educación, sensibilización a la sociedad en general, todo se reprime con violencia. Lo principal es crear una política pública para tratar de sacar la parte del conflicto de las mentes de las personas. La gente anda sin esperanza sin optimismo, hay que cambiar eso.

La seguridad depende de todos, no solo de la policía. Los ciudadanos debemos apoyarla en tratar de denunciar a los delincuentes. Todos debemos aportar, así no sea con uno, debemos reaccionar como sociedad. Solidaridad plena. 

Jesús Ernesto Urbina Cárdenas, decano facultad de Educación, Artes y Humanidades (UFPS)

Le falta mucho para pasar el examen al alcalde de turno. Desde mi perspectiva académica puedo decir que la ciudad adolece todavía de un proyecto de ciudad en la cual se comprometan las fuerzas vivas de la sociedad y no que sea solo un programa de gobierno del alcalde de turno, en eso hemos fallado. En el caso de la academia no hemos participado, bien sea por ausencia o porque no nos convocan para la construcción de un proyecto de ciudad. Mientras el liderazgo de la ciudad esté en manos de un grupo político que desconozca a los demás actores, no apunta a ninguna parte. 

A todos nos toca poner una parte para lograr mejorar la seguridad, que va más allá del robo callejero. Nos toca unirnos como sociedad, incluida la academia, el sector productivo y pensar juntos una estrategia que apunte al mejoramiento de la seguridad, pero de manera integral, con cultura ciudadana. 

Jaime Ortiz, carnicero

La ciudad va por mal camino, por el gobierno que tenemos, que nos tiene azotados con tantos impuestos. Estamos viviendo una problemática social por el descuido que ha habido con el problema de frontera. Aquí no hay empleo, tampoco empresas que den oportunidades a los profesionales nuestros; las que habían se las llevaron. 

La policía debe atacar el delito y dejar de perseguir a quienes están trabajando honradamente. Yo los invito a que se concentren en el trabajo que hacen, que vigilen con sentido de pertenencia.

Germán Garcés, comerciante

Vamos por mal camino y esto es producto del descuido y desinterés de nuestros líderes políticos, que no nos representan ni nos defienden en Bogotá. Estamos aislados, los representantes no han estado aquí para que luchen y den las soluciones a los problemas que tenemos. Estamos en un periodo de quiebra y nadie nos tiende la mano.

Se necesita más presencia de la policía en los barrios, más campañas ciudadanas para sensibilizar a la población. También debe haber un incremento del pie de fuerza.

Aristides Hernández, defensor de la salud

No va por buen camino, va directo al despeñadero, porque no hay inversión social y cuando se ha hecho es para favorecer a unos pocos. El problema que tenemos con el éxodo de venezolanos está agudizando la crisis porque se están engrosando las filas del narcotráfico y la delincuencia. Ellos (los gobernantes) lo único que piensan es en fiestas, en distraer a la ciudadanía y no en dar soluciones a los verdaderos problemas de la ciudad. 

La fórmula sería desde ya declarar a la ciudad en emergencia social y económica, para que el Gobierno Nacional se preocupe con inversión social. Si hay desempleo hay violencia; el hambre genera violencia y eso afecta la seguridad. 

Margarita Contreras, directora ejecutiva Camacol Cúcuta y Nororiente

La ciudad no va ni por mal ni por buen camino. Esta es una ciudad  superprometedora, con unas riquezas y un potencial altísimo para salir adelante. Cúcuta es una ciudad ambiciosa y creo que los que tenemos que cambiar de enfoque somos los ciudadanos que vivimos aquí. Creo que lo malo son aquellas personas que no le ven ese potencial a la ciudad, y también aquellas que teniendo el poder de decisión no le dan oportunidades de participación a los cucuteños en las decisiones que se tomen de ciudad. 

Hay muchísimas cosas por hacer en el control urbano. La seguridad es un tema de control y ello implica una política pública.