En Colombia el 40% de los accidentes que se producen tienen como causa el exceso de velocidad. Aunque se ha hecho mucha pedagogía y campañas para concientizar a los conductores de la necesidad de bajarle a las revoluciones, las cifras son una muestra del reto que aún se tiene en esta materia. 

De acuerdo a la pirámide de la movilidad, los peatones, los ciclistas y el transporte público son los actores viales que deben tener prelación o prioridad a la hora de circular por calles y avenidas. 

Pero paradójicamente, en Colombia, el peatón es el actor más frágil dentro de las vías y es el segundo con mayor índice de mortalidad en accidentes de tránsito después de los usuarios de motocicleta: en el primer semestre del año han fallecido 773 peatones y 3.265 han resultado lesionados.

Lo mismo sucede con los ciclistas, quienes cuentan con mínimas garantías a la hora de movilizarse, no solo por la irresponsabilidad de los conductores sino también de la falta de condiciones idóneas como ciclorrutas articuladas o carriles únicos para movilizarse. 

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Buena parte del problema se basa en el auge del modelo basado en el uso excesivo del carro particular, ante el retraso en el desarrollo de la malla vial de las ciudades y la falta de  sistemas de transporte masivo modernos y articulados. 

El concepto de movilidad sostenible, justamente, nació de la preocupación de los problemas ambientales y sociales ocasionados por la generalización de un modelo de transporte urbano basado en el carro particular.

Contrario a lo que sucede en países desarrollados, en Colombia este concepto apenas empieza a tener eco.

La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en asocio con otras entidades gubernamentales como el Ministerio de Ambiente, desde el 2015 viene haciendo esfuerzos para sumarse a esas inciativas y ha definido la semana del 18 al 22 de septiembre como la Semana Nacional por la Movilidad Saludable, Segura y Sostenible, para promover hábitos de vida saludables y condiciones de movilidad sostenible. 

Las actividades que se realizarán a nivel nacional en esta semana según Luz Amparo Méndez, experta de la ANSV, tienen como objetivo fundamental entender la movilidad con un alcance integral, en el que se todos los actores –peatones, ciclistas, transporte público, usuarios de vehículos y motos– se articulen de forma armoniosa. También como una forma de promover el respeto por la vida propia y la de los demás. 

“Uno de los énfasis que tenemos está enfocado en la reducción de velocidad; es importante generar conciencia sobre el impacto de las altas velocidades en las ciudades, especialmente si se tiene en cuenta que el 70% de la accidentalidad sucede en las urbes”, dijo. 

Estas actividades están orientadas a promover cambios en materia de comportamiento ciudadano. 

“Para lograr estos cambios, desde la ANSV hacemos intervenciones en la red vial nacional a través del programa ‘Salvando Ando’, que incluye 136 municipios en los que se han presentado el mayor número de siniestros y donde se encuentran los tramos de mayor accidentalidad. Allí hacemos acciones formativas, informativas y de control sobre las velocidades”, explica Méndez. 

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En cada circuito la ANSV invierte unos 150 millones de pesos en demarcaciones en las vías, señalización horizontal, cebras, reductores de velocidad, entre otros.

En el caso puntual de Cúcuta, existe un convenio interadministrativo entre la ASNV y el municipio por $850 millones, en el que se han venido desarrollando acciones de pacificación de tráfico. “Por medio de señalización o de intervenciones temporales en las vías, buscamos generar medidas que limiten y reduzcan la velocidad de los vehículos, con el fin de generar una movilidad más segura y calmada para usuarios vulnerables (peatones y ciclistas). 

Cúcuta, con mucho por trabajar

Según expertos en movilidad, si bien en Cúcuta se han hecho algunos esfuerzos para impulsar los medios de transporte alternativos como la bicicleta, o se ha invertido en desarrollar estudios para materializar el sistema integrado de transporte, la ciudad aún tiene mucho por trabajar para alcanzar un esquema vial organizado.  

Para Jorge Bitar, arquitecto con maestría en gestión urbana, ciudad e identidad y doctorado en estudios territoriales, la movilidad sostenible no solo se refiere al término medioambiental, sino a un esquema de transporte público que sea eficiente, que le permita al usuario ahorrar tiempo, evitar accidentes y contaminar menos.

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“Cúcuta es de las pocas ciudades del mundo que aún en la que tenemos rutas de transporte público en todas las avenidas céntricas de la ciudad. Se requiere urgente un diseño de movilidad serio, no manejado por los intereses de las empresas sino por verdaderos expertos, en donde las rutas de buses estén fuera del centro”, explica el experto.

Otro de los problemas graves es la congestión de la ciudad, ya que no existe un proyecto de movilidad ni de estructuración del espacio público y tiene más prelación el automóvil que el peatón o que las personas con discapacidad. 

“En Cúcuta sería interesante analizar el modelo de Curitiba (Brasil). Hay 1’800.000 residentes y hay 1’300.000 mil carros pero usted jamás encuentra un trancón”, manifiesta Bitar.

Lograr el cambio es tarea de todos: Director de la ANSV

Ricardo Galindo, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, habla de los retos que tiene la entidad en materia de cultura y cambio de hábitos en las vías. 

Coincide la semana de la Movilidad Saludable, Segura y Sostenible, con un rechazo generalizado a la muertes de ciclistas en las vías, ¿qué hacer para parar esto?

La muerte de cualquier ser humano en un incidente vial es inaceptable y reafirma la enorme responsabilidad que tenemos de protegernos, de cuidarnos y de movernos de manera responsable en las vías y espacios públicos. Es imperante recordar que todos tenemos derecho a la vida y a movernos libre y responsablemente.

¿Cómo lograr ese cambio de cultura y de actitud?

Somos conscientes que producir cambios efectivos requiere de profundos esfuerzos y la intervención de todos. 

¿Cuál es la fórmula, si hay una?

La manera más efectiva de reducir muertes por incidentes de tránsito, es concientizándonos que todos somos responsables de nuestra propia vida y la del otro.

¿Cuál es la recomendación para los ciclistas?

El incremento del uso de la bicicleta como medio de transporte en toda Colombia requiere una transformación cultural. En la bicicleta va una vida, se mueve un ser humano que tomo la decisión de transportarse en un vehículo cuyo chasis es su propio cuerpo. Los ciclistas tienen derecho a ocupar la vía y deben hacerse visibles en las vías, respetar las normas y estar atento a los demás vehículos y personas.

¿La ANSV hace algún tipo de trabajo directo con los ciclistas?

La ANSV trabaja de la mano con los ciclistas, tan es así que el principal validador de nuestra campaña #QueNoSeaLaUltimaVez es el subcampeón del Tour de Francia, Rigoberto Urán, así mismo profundizamos el mensaje de la movilidad segura y responsable del ciclista apoyando el equipo de ciclismo Salvemos Vidas En La Vía (vuelta la juventud, vuelta a Colombia)