El director de la Policía de Bogotá, comandante general Hoover Penilla, confirmó que el vigilante Fernando Merchán Murillo que se encontraba de turno en el edificio Equus 66 durante los hechos del asesinato de Yuliana Samboní, fue encontrado muerto. (Lea: Hermano de Rafael Uribe pidió perdón por la muerte de Yuliana)

Las primeras versiones indican que se habría suicidado en su residencia, ubicada en el barrio Jardines de Castilla, localidad de Kennedy, sur de Bogotá. (También: Yuliana será sepultada en el corregimiento Los Milagros, en el Cauca).

El hombre habría dejado una carta donde narró los hechos del pasado lunes 5 de diciembre. Según las autoridades, Merchán Murillo registra cortes en el cuello y las muñecas.

Unidades de criminalística de la Policía y el CTI, adelantan la investigación. Según explicó el fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, el vigilante ya había sido interrogado por el ente investigador por el caso de la muerte de la menor, y el supuesto ingreso de Catalina y Francisco Uribe al edificio donde encontraron el cuerpo de la niña.

“La Fiscalía General de la Nación lamenta el suceso en el día de hoy del señor Fernando Merchán vigilante del edificio, quien por lo demás venía colaborando con la Fiscalía y había rendido ya una entrevista orientada a conocer todas las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrió el deceso de la niña indígena”, indicó el jefe del ente investigador.

En ese sentido, Martínez aclaró que la Fiscalía aún no ha establecido si se trata de un suicidio, o si el deceso está relacionado con otro hecho.

La menor fue raptada por Rafael Uribe Noguera en el barrio Bosque Calderón, en la localidad de Chapinero, y luego abusada y asfixiada.