Al reiniciar el ciclo 38 de la mesa de negociación, la guerrilla de las Farc abrió la posibilidad de concretar la firma del punto de víctimas en los próximos días, como también de volver a desescalar la actividad militar de las últimas semanas.

En la tradicional declaración que hacen a la llegada al Centro de Convenciones, el negociador de la insurgencia ‘Pastor Alape’, dijo que sin importar las acciones de enfrentamiento con la Fuerza Pública, las Farc mantienen su “compromiso con la reconciliación nacional, con la verdad, con las víctimas y su reparación integral, y llegar también a la formalización de acuerdos de no repetición”. (Lea también El Gobierno ‘no lee bien’ lo que dicen las Farc: Iván Márquez)

“Al finalizar la ronda que hoy inicia, aparte de nuestra disposición de desescalar el conflicto, comenzando porque nadie se deje contagiar del lenguaje guerrerista del anterior ministro de Defensa, que nada resuelve, tenemos la aspiración de darle buenas noticias a nuestro país y al mundo, alrededor del tema de víctimas y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición-si la contraparte muestra igual determinación-, para concretar el texto de un nuevo acuerdo”.

Frente a las recientes acciones terroristas que han afectado a la infraestructura y a la población, el jefe guerrillero aseveró que fue la presión de las Fuerzas Militares y el lenguaje “pendenciero” de Juan Carlos Pinzón los que llevaron a que se rompiera el cese unilateral.

“No fuimos los responsables de la terminación del cese al fuego unilateral e indefinido declarado por nosotros el día 17 de diciembre de 2014. Durante más de cinco meses lo mantuvimos con disciplina, gesto que condujo a la reducción de, por lo menos, el 90% de las acciones de guerra”, señaló ‘Alape’. (También le puede interesar Farc afirman que acusaciones de daño ambiental “carecen de razón y franqueza”)

También manifestó: “tenemos además el infortunio, de que en este contexto no deseado por nosotros, muchos hechos se le atribuyen a las Farc, aunque no lo sean, pareciéndose más a una pesca en río revuelto de una extrema derecha, que no quiere el progreso de los diálogos porque le teme más a la verdad que a la cárcel”.

Bogotá | Colprensa