El entorno del río Pamplonita, a su paso por Cúcuta, se está interviniendo para que el desarrollo urbano esté en perfecta sintonía con las apuestas para que en Colombia las ciudades sean sostenibles ambientalmente.

La meta es que el afluente sea un eje articulador del desarrollo en la capital nortesantandereana, guardándose un equilibrio con el componente verde del territorio.

La iniciativa, liderada por la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), se está haciendo realidad por medio de un trabajo articulado con instituciones públicas y empresas privadas, las cuales desde el componente de responsabilidad ambiental están uniendo esfuerzos para convertir al Pamplonita en un río con altos estándares de calidad.

El proyecto de intervención del Pamplonita, de acuerdo con el director de Corponor, Gregorio Angarita Lamk, avanza en dos frentes. 

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De un lado se está haciendo la recuperación de la sección hidráulica del río (retiro de maleza-adecuación del cauce) y de otro, se empezó a adecuar un área de 27.318 metros cuadrados, en la que los cucuteños podrán tener contacto directo con el Pamplonita y de esa manera se fortalece el componente de educación ambiental.

Corredor verde

Aguas abajo del puente de San Rafael y hasta la calle 23 del barrio El Rosal, se está haciendo una adecuación ambiental que permitirá contar en este sector, una de las entradas a Cúcuta, con un componente paisajístico diferente y que integra al río al entorno urbano.

En la zona se retiró la maleza y se están adecuando áreas para el disfrute de los cucuteños, conservándose los árboles que por décadas han estado en el sector. Los mismos, sirven de separadores para la habilitación de senderos peatonales y ciclorrutas.

Todos los árboles se identificarán con fichas técnicas para que los visitantes puedan conocer parte de la flora urbana y los pisos conservarán la arena del río y varios puntos contarán con gres y retal de cerámica.

De acuerdo con Angarita, frente a la antigua redoma del DAS, se construirá una terraza de acceso al entorno ambiental y desde allí los cucuteños podrán recorrer las áreas verdes, los senderos, areneros y la plazoleta central con conexión wifi.

En el área se habilitarán canchas de fútbol playa, de voleibol y pistas caninas. Además, se tendrán baños y dispensadores de bolsas para la disposición de desechos de las mascotas.

El proyecto, según Angarita, no tiene costo económico. Se está ejecutando en un trabajo articulado donde todos ponen y al que se vinculan instituciones públicas y empresas privadas que aportan materiales. La madera para las terrazas es la que se ha decomisado en operativos de control y a este material se le da un uso funcional integrándolo al paisaje local.

La primera fase del proyecto, entre San Rafael y la plazoleta central, tiene como fecha de entrega el 30 de noviembre. Esto se dará en el marco de los 35 años de Corponor, que se cumplirán el 17 de diciembre.

Cauce equilibrado

La recuperación de la sección hidráulica del río se inició hace ocho meses aguas abajo del puente Jorge Gaitán Durán (barrio San Luis). Desde este punto se ha avanzado y la meta es llegar al puente Benito Hernández (barrio San Rafael).

De acuerdo con el director Angarita, para la intervención del cauce se hizo previamente un trabajo técnico en el que intervinieron los especialistas de la Corporación, expertos de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPS) e integrantes de Gestión del Riesgo de Norte de Santander.

El hidrólogo de la UFPS, Gustavo Adolfo Carrillo Soto, quien desde la academia ha asesorado la intervención, explicó que el retiro de maleza y de escombros acumulados en el río Pamplonita, al paso por la zona urbana de Cúcuta, reduce el riesgo de inundaciones en época de invierno. 

De acuerdo con Carrillo, la vegetación central desvía el cauce y concentra el agua en puntos, impactando directamente sobre la infraestructura urbana, tal como las bases de los puentes que conectan al oriente con el occidente de Cúcuta.

“En la intervención se evidenció que en algunas bases de los puentes hay socavación, lo cual no se había identificado por la cantidad de maleza. Ahora, viene un trabajo de prevención y de mantenimiento”, dijo Carrillo.

Para el experto de la UFPS otro de los beneficios de tener un cauce organizado es que se puede hacer seguimiento al comportamiento de los caudales medios y bajos en los puntos donde hay diques.

“En los diques por la caída de agua se da un proceso de oxigenación del río y se facilita que en el entorno haya presencia de aves”.

“A la comunidad, alarmada por los volquetes y maquinaria en el río, debemos informarles que se trata de un trabajo estructurado y ejecutado bajo criterios técnicos, para tener un río en mejores condiciones”, argumentó Angarita. 

Para evitar que la maleza se vuelva a apoderar del cauce, el director Angarita señaló que debe hacerse un mantenimiento manual y para ello se están concertando reuniones con el Ejército, la Policía, Bomberos, Defensa Civil y Cruz Roja, entre otras entidades.

Así, el sueño de tener un río que integre a los cucuteños se está haciendo realidad y para que la iniciativa perdure en el tiempo, se requiere del aporte de todos los ciudadanos.