La deforestación de la selva amazónica, en especial en la zona brasileña, sigue consumiendose día a día, hasta el punto de registrar el peor índice de la historia en diez años, según cifras de los ministerios de Medio Ambiente y de Ciencia y Tecnología de Brasil.

Según los expertos, la devastación de las zonas verdes aumentó en un 14% entre agosto de 2017 y julio de 2018.

Según se conoció, estos alarmantes resultados se deben a la tala de árboles, agricultura, incendios forestales, exploción minera e invasión de latifundios.

“La deforestación es un factor clave detrás del calentamiento global, ya que aporta entre un 15% y 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, según el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Es importante recalcar que el daño de estas reservas naturales se debe, en gan medida, a las actividades humanas, pues estas  acaban con los bosques y las selvas de forma masiva, lo que genera un gran daño a nivel local, regional y mundial.

La selva de la Amazonía  fue declarada una de las siete maravillas del mundo el 11 de noviembre de 2011, además juega un factor fundamental en latinoamerica, pues es considerada como uno de los pulmones más gramdes de está región.

Áreas deforestadas

El área devastada en un lapso de 12 meses ha llegado a los 7.900 kilómetros cuadrados, lo que indica un aumento del 13,7% con relación al año anterior, cuando se perdieron otros 6.947 kilómetros de selva, según autoridades ambientales de Brasil. 

Con el pasar del tiempo, el trabajo dentro de estas reservas naturales se va aumentando, hay pocos controles, lo que puede triplicar la desatrccuón de esta zona.

Defensa del medio ambiente

Cabe resaltar que líderes indígenas, científicos, ambientalistas y religiosos se unieron en Colombia para defender la Amazonía a traves de iniciativa convocada por la ONU ambiente.

El objetivo es difundir información relacionados con su cuidado, cómo defenderlo y qué se puede hacer como sociedad para evitar finales lamentables de estas reservas, y asimismo, promover la responsabilidad ambiental desde la niñez.